Conjugando en su nombre toda una serie de lugares paradisíacos, el estado de Veracruz es en sí mismo, una entidad turística y cultural única en su género, que lo mismo ofrece a sus visitantes la tranquilidad de una hermosa playa, que un interesante recorrido por una zona arqueológica y la siempre amistosa vivacidad de sus habitantes.
Situado al sur de la costa veracruzana, Tecolutla es un apacible lugar que lo deslumbrará con sus esteros, canales y manglares, los cuales pueden ser recorridos si se alquila una “panguita” (un tipo de embarcación muy usada en el lugar, sobre todo cuando las corrientes de los ríos que rodean Tecolutla se hallan tranquilas).
Sin duda, uno de los mayores atractivos de Tecolutla es su paisaje, enmarcado por una profusa vegetación en la que todavía se pueden observar interesantes muestras de fauna acuática, como cangrejos, langostinos, huachinangos y sábalos, así como una gran cantidad de garzas blancas y morenas; en los manglares también existen dos especies de lagartos.
En lo que a sus playas se refiere, estas se encuentran despejadas durante la mayor parte del año y cuentan con todos los servicios necesarios. Unos 10 km. al noroeste de Tecolutla se localizan las playas más importantes: Santa María del Mar y Barra Boca de Lima, cuyas aguas son sumamente cálidas; para internarse a ellas, es recomendable tener mucha prudencia pues estas miran hacia mar abierto. En Barra Boca de Lima se localiza también el Estero Lagartos, pleno de vegetación y con bellas vistas hacia el Golfo. Finalmente en esta misma área, el visitante puede también optar por visitar Barra Tenixtepec, localizada a 32 km. de Tecolutla, donde la marea es favorable para la práctica de los deportes acuáticos y del gozo visual de los paisajes naturales del sitio.
Cabe señalarse también, que en Tecolutla comienza un pequeño corredor turístico que va hasta Nautla, llamado Costa Esmeralda, el cual incluye algunas de las playas más atractivas de Veracruz como lo son: La Guadalupe, La Vigueta, Playa Oriente, Monte Gordo, Casitas y Maracaibo; todas ellas, hermosos parajes que con orgullo se alojan en las riberas del mar veracruzano.