El Cervantino se lleva a cabo en el mes de octubre y su objetivo es ser escaparate de las infinitas formas en que se manifiesta la expresión artística.
La tradición teatral de la universidad guanajuatense, en 1953, después de presentar al aire libre los “Entremeses cervantinos”, sirvió de pretexto para que veinte años más tarde se institucionalizara el espacio creador en que se ha convertido el Festival Internacional Cervantino.
El Cervantino es considerado patrimonio cultural de México y uno de los festivales más distinguidos de su género en todo el continente.
El itinerante viaje del arte y de sus creadores ha llevado a las callejuelas y a los históricos edificios de Guanajuato las aportaciones artísticas de culturas que parecieran ajenas, como las de China, Mónaco, Alemania, Japón, Lituania y Sudáfrica.
En la década de 1970 se incluyeron más actividades artísticas a las representaciones tradicionales para reforzar la dimensión internacional del festival.
En la década de los ochenta, el Festival Cervantino contó con la participación de Lázar Berman, Mercedes Sosa, la Orquesta Filarmónica de Nueva York, Joan Baez, Gilbert Bécaud, Mario Lavista, Guillermo Velázquez y Los Leones de la Sierra de Xichú, el Ballet Nacional de Canadá, el Teatro de Danza de Alwin Nikolais, el Teatro Bolshói, Sankai Juku, el Teatro Scena STU y el Teatro de Marionetas de Hungría.
El Cervantino fue merecedor, en abril de 2004, del premio Max Hispanoamericano de las Artes Escénicas por su aportación y difusión de los conocimientos de las artes iberoamericanas. Este premio fue por decisión unánime de destacados artistas de la Sociedad General de Autores y Editores de España.