Uno de los más importantes y antiguos ex conventos de la región, fundado por fray Luis de Villalpando en 1549.
Seis años después, la iglesia se dedicó a San Francisco de Asís.
La portada de la iglesia presenta un enorme muro liso con tres campanarios.
Su decoración es de estilo renacentista con adornos geométricos en relieve.
En el claustro destaca la seriedad de las líneas que forman los dos pisos.
De apariencia primitiva y pesada, se alcanzan a admirar aún algunos de los muros encalados que antaño vestían al ex convento.