Construcción agustina levantada por fray Jorge de Avila, Jerónimo de San Esteban y Juan de Osegue, quienes se basaron en los planos de la antigua Catedral Metropolitana de México.
Su atrio es un recinto bardado por piedra, lodo y zacate y sus muros rematan en almenas y merlones (prismas tridimensionales).
Cerca de la entrada principal podemos admirar una cruz atrial tallada en piedra volcánica con bajorrelieves.
En las esquinas se encuentran cuatro capillas posas decoradas de manera sencilla con 365 almenas.
Por otra parte, la fachada de su iglesia presenta caracteres góticos y renacentistas.
En el interior se conserva el coro ornamentado con figuras de ángeles y flores; el altar neoclásico que reemplazó al barroco; el altar mayor en el que se observan los vestigios de pinturas al fresco y los confesionarios empotrados en los muros.