La Bahía de San Luis Gonzaga se encuentra al sur de San Felipe, después de las Islas Encantadas que se pueden apreciar desde la carretera. Esta zona no cuenta con algún pueblo, solo un hotel al final de algunas casas fijas y rodantes.
La bahía fue registrada en 1746 por el jesuita Fernando Consag, misionero y cartógrafo croata que se dió a la tarea de explorar y fundar misiones en la península de Baja California. Varios años despúes, San Luis Gonzagaserviría de punto estratégico para abastecer los sitios cercanos, en territorio cochimí, en los que trabajaba la Compañía de Jesús, ese fue el caso de la Visita de Calamajué, al sur, y la bahía permanecía ajena y alejada de las multitudes. A finales de los cincuenta del siglo XX, apareció la primera casa rodante y el único hotel que sigue existiendo hasta la fecha.
Entre Puertecitos y San Luis Gonzaga aparecen en el paisaje las Islas Encantadas, a las que se puede acceder si se contrata una lancha. La más cercana a la orilla es El Huerfanito, que resalta por su blancura, obra del guano depositado en ella durante muchos años. Las otras islas se encuentran detrás, como Salvatierra, Isla del Muerto, Poma, El Choyuda y La Lobera.
Llegando a San Luis Gonzaga se tiene de un lado la carretera, la tienda de víveres y el restaurante Rancho Grande, y en el otro extremo quedan las dos entradas que llevan hasta la playa. Una es el acceso al hotel Alfonsina’s, y la segunda al terreno y las palapas con asadores que de igual forma pertenecen a Rancho Grande. Este rancho cuenta con 150 hectáreas y por supuesto cuenta con espacio para acampar frente al mar.
En este parador se pueden rentar kayaks, motos acuáticas, lanchas de pedales y cuatrimotos. Se organizan viajes de pesca con los hombres pescadores o paseos en lancha a las islas, ya sea a Las Encantadas o a la cercana San Luis. Se puede practicar esnórquel, ya que el Mar de Cortés ofrece caracoles, ostiones, almejas, estrellas de mar, peces de colores y mantarrayas por descubrir.
La Bahía de San Luis Gonzaga constituye un buen puerto para los barcos que arriban, cuenta también con tres aeródromos. Una pista corre por detrás del hotel Alfonsina’s que se cubre de agua cuando la marea sube, las otras dos pertenecen a Rancho Grande.
Unos kilómetros al sur de Rancho Grande se encuentra la desviación de dos kilómetros de terracería que lleva al campo turístico El Sacrificio. Aquí la gente llega a pescar, cuenta con palapas y cabañas con baño y agua caliente. Se puede comer en el restaurante El Pirata. El mayor atractivo del campo son los paseos en lancha, se puede ir a las Islas Encantadas o a algunas playas desoladas.
En la bahía sólo hay un hotel, el Alfonsina’s, fundado por la mujer que le dio el nombre. Se encuentra al fondo de una hilera de casas y remolques. tiene enfrente al Mar de Cortés y detrás un estero en donde se pueden observar coyotes. Cuenta con 18 habitaciones sencillas. En su restaurante se puede disfrutar de unos ricos tacos de pescado o unplato de callo de hacha. El hotel ofrece recorridos en bote hasta la Isla San Luis o a las Islas Encantadas, así como a las playas de Punta Final.
Saliendo de Bahía de San Luis Gonzaga, 20 kilómetros antes de Chapala, se encuentra un pequeño lugar cuya visita es obligada. Se trata de Coco’s Corner, en donde venden sodas y cervezas desde hace más de 25 años. Un diario de visitantes, con dibujos que el propio dueño elabora, exige el firmado. Del techo cuelga ropa interior femenina de todos tamaños, así como playeras. Recortes de periódico, estampas y fotografías llenan las paredes. Afuera se encuentran televisores, llantas, pedazos de automóviles y latas colgando del enrejado de madera.