En este un bello paisaje poblado por pinos y encinos donde es posible pasar un agradable día de campo o acampar.
El parque cuenta con unas 529 ha; allí se estableció, a finales del siglo XVIII y principios del XIX, un convento carmelita que se llamó del Santo Desierto. El concepto de “desierto” alude a la idea de soledad y alejamiento que buscaban los carmelitas descalzos quienes edificaron este conjunto monástico.
De la edificación aún se conservan algunas dependencias que se pueden visitar y el templo, donde se conserva una imagen del “Cristo de las Siete Suertes”, a la que se le atribuyen varios milagros y que se dice perteneció al obispo poblano don Juan de Palafox y Mendoza.
Este parque es ideal para realizar caminatas y adentrarse en la profundidad de su bosque hasta llegar a los miradores donde se aprecia el Valle de Tenancingo.