No hay forma de escapar al Mercado de Artesanías de San Miguel de Allende. Estando en él se conocen de golpe y a montones las cosas que aquí la fantasía construye. Con el latón se hacen espejos, cajitas y estrellas de múltiples puntas.
La lana sirve para elaborar tapetes y rebozos. Al vidrio soplado le dan forma de vasos, jarras, esferas o corazones. Hay piezas de cerámica, pero quizá nada sea tan delicado como las figuras que cobran vida con papel maché.