Cuando uno llega a Tequila percibe el aroma del agave cocido que se encuentra en el aire, ya que dentro de la ciudad se encuentran algunas fábricas emblemáticas de tequila.
Las opciones para desayunar son muy variadas, pero una buena idea es elegir alguno de los puestos tradicionales del Mercado de Comidas, como la Menudería Clemen, abierta en 1952 y una de las pocas que prepara platillos con destilado de agave, como los huevos tequileños, acompañados con chilaquiles, una quesadilla y salsa a base de tequila. Otra buena opción es la cafetería gourmet El Palomar que tiene las mejores escamochas y unos exquisitos chilaquiles de pollo.
La Parroquia de Santiago Apóstol fue construida en el siglo XVII, y su belleza reside en la sencillez del edificio: una sola torre, un frontispicio adornado con columnas dóricas, querubines tallados y una escultura de San Miguel arcángel. El atrio posee una escultura de San Toribio Romo, mártir cristero beatificado por Juan Pablo II.
La Capilla del Señor de los Desamparados es un pequeño edificio construido en el siglo XVI, aunque su aspecto actual corresponde a la remodelación hecha en los años cuarenta del siglo pasado.
La mejor forma para conocer Tequila es tomando un tour como el que ofrece la empresa Tranvías Turísticos de México, que da recorridos en un camión con forma de barrica o botella. Lo puedes contratar en la plaza principal.
Frente a Mundo Cuervo es recomendable probar las pachecadas, una bebida que es una combinación de tejuino, un licor hecho de maíz fermentado, al que se le agrega cerveza y sal. En la fábrica José Cuervo La Rojeña no sólo puedes realizar el recorrido por la historia de esta marca, también puedes conocer los procesos de elaboración del tequila y degustar bebidas con distintos maridajes. Esta fue la primera fábrica en obtener una licencia del rey Carlos III, a finales del siglo XVIII, para fabricar el vino-mezcal, como antes se le conocía al tequila.
Puedes probar varios de los platillos hechos a base de agave que ofrece la Fonda Cholula, como el filete todos santos, un corte de carne servido con salsa de mezcal y el chamorro la posta, cubierto con pencas de agave y cocido al vapor.
No puedes dejar de visitar la zona de los Lavaderos de la ciudad, conocidos también como “el chismógrafo”. Son 83 tarjas de piedra, alimentadas por un canal que trae agua del volcán de Tequila, y en el que se daban cita las lavanderas de la ciudad en la década de 1920. Muy cerca de ahí se puede transitar el estrecho puente que se encuentrasobre el delegado río Atizcua, en cuyos márgenes están las ruinas de las viejas destilerías, las fábricas decimonónicas de ladrillo de las que se alcanzan a distinguir todavía las chimeneas.
El Paisaje Agavero lo conforman las ruinas, las destilerías, los campos cultivados de agave y las haciendas que se encuentran entre el cañón de Río Grande y el pie del volcán de Tequila, y fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en 2006.
El Museo Nacional del Tequila es una antigua casona porfiriana del siglo XIX, y en su interiorse explican el origen del tequila y el devenir de las primeras destilerías, a través de fotografías y documentos antiguos, además de poseer una gran colección de botellas antiguas.
La Cantina La Capilla se ubica en el cruce de Hidalgo y México y data de 1930. Se dice que su nombre se debe a que ahí las personas entran caminando y salen de rodillas. Fue elegida entre los mejores 50 bares del mundo por la asociación Drinks International, lo que asombra es la sencillez de su barra, con muy pocas marcas como Cuervo, Arete, Tequileño y Orendáin, con las que preparan la especialidad de la casa, la cual le valió el reconocimiento mundial: la batanga, una bebida hecha con destilado de agave, limón, sal y refresco de cola.
Un buen lugar para realizar senderismo, rapel y muchas actividades de aventura es Los Azufres, unas cascadas ubicadas en el corazón de la barranca de Tequila. Cuenta con instalaciones para poder pasar el día entero. Sólo se puede llegar caminando o a caballo y con la asesoría de un guía.
En 1997 no había trenes de pasajeros, por lo que la Cámara de Comercio revivió una línea de ferrocarril con el fin de exaltar tres símbolos a la mexicanidad como el mariachi, la charrería y el tequila. El tren Tequila Express cubre una ruta de Guadalajara a Amatitlán, recorriendo el Paisaje Agavero e incluye diversiones como la degustación de tequila y la visita a la Fábrica de Herradura, pasando por un espectáculo de mariachis y danzas folclóricas, floreo de reata y un buffet de comida mexicana.
El José Cuervo Express ofrece un recorrido desde Guadalajara a Tequila y durante el viaje puedes disfrutar de una margarita, bocadillos mexicanos, antojitos y platillos en los puestos que se encuentran en las instalaciones de La Rojeña.
El tequila posee Denominación de Origen, una regulación internacional que dictamina que sólo se puede llamar así al destilado de agave producido enJalisco y algunas zonas de Nayarit, Michoacán, Guanajuato y Tamaulipas. A lo largo de los caminos de Jalisco se pueden observar distintos tipos de tequila, por lo cual es recomendable consumir sólo los que tengan el logotipo de la Norma Oficial Mexicana (NOM).
Desde 1873 Quinta Sauza albergó a una de las más notables fábricas de destilado de agave. Én la actualidad abre sus puertas a los viajeros para vivir una experiencia al rededor del agave, ofrece degustaciones y maridaje con cocina de autor, entre muchas otras cosas. Cuenta con una tienda para que puedas adquirir una gran cantidad de productos.