Es un sitio arqueológico ubicado en la periferia de los estuarios que conforman las “Marismas Nacionales”. En 1968 el arqueólogo norteamericano Stuart D. Scott, de la Universidad de Búfalo, Nueva York, realizó una investigación en esa región, desde el río Baluarte en Sinaloahasta el Acaponeta en Nayarit, con el objetivo de comprobar si los componentes del medio ambiente influyeron en ciertos cambios culturales. Scott reporta una estructura de forma piramidal con medidas aproximadas de 100 metros de largo por 80 metros de ancho y una altura de 20-25 metros, con la parte superior nivelada, que él considera perteneció al periodo Preclásico (188-100 a.C.), y lo clasifica como un cerro de tipo “andara”, denominación basada en el nombre de la materia prima utilizada en su construcción: la almeja o molusco arrugado tipo Andara grandis.
Tanto por su magnitud como por su constitución a base de concha, esta pirámide de extraordinaria arquitectura es ejemplar único no sólo en lo que respecta a las costas de Sinaloa, sino de toda la costa del Pacífico desde Mesoamérica hasta los Andes. En su época debió constituir un importante punto estratégico para dominar los esteros y el tránsito de las embarcaciones en sus constantes movimientos, principalmente de tipo “comercial”. Asimismo, ahí sus constructores debieron practicar ceremonias probablemente de carácter astronómico, dada su ubicación y características.
Ubicación: Al sur de la ciudad de Teacapan, el acceso se dificulta durante la temporada de lluyvias, por lo que tiene que realizarse por vía acuática; en invierno es posible llegar a pie por terrenos fangosos.