El descontento de los criollos en la Nueva España era patente desde los primeros tiempos del gobierno virreinal.
Una de las principales razones de este descontento era que los criollos no podían acceder a los altos puestos de gobierno, pero a finales del siglo XVIII ya se había formado una nueva generación de criollos que no sólo aspiraban a ocupar los puestos de gobierno, sino que además tenían una nueva visión del mundo, producto de la evolución de las formas sociales y de la experiencia de la Revolución francesa.
A finales del siglo XVIII y principios del XIX España vivía en constante crisis por diversos problemas internos, pero sobre todo por los enfrentamientos en contra de Inglaterra y por el ascenso de Napoleón en Francia. Esta situación derivó en la invasión de España, en 1808, por parte del ejército francés comandado por Napoleón Bonaparte.
Cuando las noticias de esta invasión llegaron a la Nueva España, los criollos se convencieron de que era el momento indicado para plantear una forma de gobierno independiente de España.
En uno de los grupos que los criollos formaron para luchar por la independencia, se encontraba Miguel Hidalgo y Costilla, Ignacio Allende y Juan Aldama, bajo la apariencia de una academia literaria y con el encubrimiento que les proporcionaba el corregidor de Querétaro, Miguel Domínguez. Ellos se reunían regularmente, hasta que fueron denunciados, lo que desencadenó una serie de acciones que condujeron a la lucha por la independencia.
El cura Hidalgo tomó la decisión en la madrugada del 16 de septiembre de 1810, de convocar al pueblo de Dolores a que se levantara en armas en contra del gobierno virreinal, a partir de ahí recorrió diversos poblados de Guanajuato, como Atotonilco, San Miguel, Celaya, Salamanca, Irapuato y Silao.
La lucha por la independencia no iba a ser sencilla ni se resolvería en poco tiempo, tuvieron que pasar muchos años para que el movimiento de independencia iniciado por el cura Hidalgo finalmente concluyera, diez años después, con la firma de los tratados que le darían el reconocimiento al surgimiento de México como una nueva nación.