Pocas personas saben que el 14 de junio de 1715 , en Zacatecas tuvo lugar la segunda aparición de la Virgen de Guadalupe.
Don Diego González, un campesino que al estar arando la tierra, se encuentra con una gran raíz de encino, al sacarla del arado le sorprendió su similitud con la Virgen de Guadalupe, entonces decidió llevarla a su casa y ponerle un austero altar donde comenzó su devoción.
La noticia se expandió hasta llegar a los oídos del conde Felipe Cayetano de Medina y Sarabia, dueño de la Hacienda de Agostadero. El conde ordenó llevarla a la capilla de la hacienda y mandó construir, en 1734, el templo donde aún se venera, y cada 12 de diciembre se lleva a cabo su festejo.
Hasta hace unos años, parte de esta historia se conocía de forma oral, sin embargo, en 2012 se hallaron documentos en la Arquidiócesis de Guadalajara, los cuales certifican el hallazgo y dan la autorización para que fuera “expuesta a culto, veneración y milagros”.