Son siete los personajes de Zacatecas canonizados por el Papa Juan Pablo II, los cuales fueron presos y ejecutados durante el conflicto cristero.
En la capilla izquierda de la Catedral Basílica de Zacatecas se encuentra San Mateo Correa, fusilado por negarse a declarar lo que unos presos cristeros le habían dicho en confesión antes de ser ejecutados. De él aún se conservan sus restos en una urna expuesta.
En Teúl se celebra el 25 de mayo a San Agustín Caloca y San José Isabel Flores, ambos sacerdotes nacidos en este poblado. Caloca fue aprehendido tras ayudar a varios seminaristas a escapar, mientras que Flores estuvo preso tras una denuncia. Sus restos descansan en la capilla de los Santos Mártires, en la Parroquia de San Juan Bautista.
En Chalchihuites descansan la mayoría de los canonizados: San Luis Bátiz Sáenz, San Manuel Morales Cervantes, San David Roldán Lara y San Salvador Lara Puente. Bátiz fue detenido por presunta conspiración. Al día siguiente se reunieron Morales, Roldán y Lara, dirigentes de las asociaciones parroquiales, para ver la forma de liberar al párroco, pero les costó su libertad.
A ellos está dedicado uno de los retablos de la Parroquia de Chalchihuites. Cada 15 de agosto se les celebra en Los Santos Lugares, sitio en las afueras del pueblo en donde terminaron sus vidas.