A Chiapa de Corzo se llega buscando su río, el Grijalva, el que deambula sin prisa entre las enormes paredes del Cañón del Sumidero. Pero la naturaleza y la aventura terminan por esperar un poco cuando se está en esta ciudad. Y es que entretiene su Fuente Mudéjar o los objetos que con laca aprendieron a crear sus habitantes, como los jicalpextles, hermosas vasijas floreadas pintadas a mano. Se les puede encontrar, acumulando brillo y halagos, en el Mercado Municipal. Además de los jicalpextles, aquí venden ensaladas de mariscos, tortas de pollo y dos típicas bebidas chiapanecas: el tascalate y pozol. La primera es un polvo hecho de tortillas de maíz y cacao tostados, achiote, piñones y canela, al que se agrega agua o leche. La segunda es agua de maíz reventado, cacao y azúcar. Servidas en jícaras, cada trago es una cascada contando algo fresco al paladar.
El exterior del mercado está lleno de mesas, guisados y vida. El cocido de res o el caldo de pata humean en los tazones de barro. La gente ríe, va y viene, los manteles se llenan y se vacían, y el día va pasando. Pero el cochito horneado de El Buen Sazón o de La Profesora nunca se queda lo suficiente para ver lo que sucede a su alrededor, desaparece pronto de ollas y platos. El sabor de esta carne de cerdo con ajo, cebolla, pimienta, tomillo, laurel, chile ancho y achiote. Se come en tacos adornados con lechuga y cebolla, y su existencia forma parte de las tradiciones culinarias del estado.
IMPERDIBLE:
Los dulces típicos de Chiapa de Corzo que se venden afuera del mercado. Están curtidos de nanche y jocote mezclados con ron y piloncillo, los suspiros preparados con yuca, el chimbo que es pan de yema, o el maíz tostado como si de palomitas se tratara y al que llaman pucsinú.
UBICACIÓN:
Sobre la Avenida Capitán Vicente López, esquina con Mexicanidad Chiapaneca. El mercado abre de 6:00 a 17:00 horas.