Los mezcales se elaboran a partir de dos, o más especies de magueyes diferentes.
La mejor palabra para llamarlos en español sería mezcla, aunque algunos se oponen a su uso porque pudiera parecerle al consumidor que se trata de un mezcal que no está elaborado cien por ciento de agave.
Algunos otros utilizan el término ensamble, pero éste término también tiene críticas debido a que, a diferencia de los vinos, en el mezcal la mezcla de agaves no se da en frío, la combinación debe hacerse desde el horneado.
Estas mezclas saben muy bien, son caras y parecen la vanguardia en la industria del mezcal. Pero si pensamos en los orígenes del mezcal de Oaxaca, es muy probable que los primeros destilados hayan sido mezclas accidentales, ya que en los inicios los maestros mezcaleros cocían los magueyes que tenían más a la mano y lo más seguro es que hayan sido de diferentes especies.
Antes, las mezclas eran muy comunes, además de ser más amigables con el medio ambiente, ya que se evita el corte intensivo de una sola especie.