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Explorando Campeche

Por si no las conocías, cinco reservas naturales del Mundo Maya que dejan escapar al aventurero que todos llevamos dentro.

Además de sus zonas arqueológicas que forman parte del Mundo Maya, Campeche colorea de verde el sureste mexicano con su infinidad de áreas naturales y reservas protegidas. Los aventureros pueden recargar sus pulmones de aire puro y adentrarse en territorios dominados por el jaguar y la selva.

CALAKMUL

Para adentrarse en la segunda área natural protegida más grande de México se necesita tener los cinco sentidos en alerta. Las selvas es el cobijo de 15 sacbés que conectan la Gran Pirámide con otras 6 mil estructuras; juntas fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad.

Junto con un guía se hacen caminatas para buscar monos araña y monos aulladores, en las copas de los árboles. En este santuario selvático habitan más de 282 especies de aves, todas visibles, si se tiene paciencia y unos buenos binoculares.

La bicicleta de montaña es necesaria para ir en busca de orquídeas: más de 73 variedades.

El Porvenir, proyecto ecoturístico en Xpujil, cabecera municipal de Calakmul. Cuenta con cabañas en medio de la selva y recorridos guiados. Paquete con hospedaje, alimentos y actividades, desde $1,500 pesos para dos personas.

RÍA CELESTÚN

En 2000, sus 81 mil hectáreas fueron decretadas Reserva de la Biosfera. Su inmensidad abarca los municipios de Celestún, en Yucatán, y Calakiní, en Campeche.

Calakiní resguarda un manantial que se conecta con el mar por medio de un canal natural de 8 kilómetros de largo hasta Isla Arena, una comunidad de pescadores que invita a conocer un cocodrilario y a navegar en pangas hasta atracar en un bosque petrificado y un cementerio de caracoles.

El trayecto continúa entre manglares, hasta encontrar a las familias de flamencos rosados. Recorridos desde $200 pesos por persona.

LAGUNA DE TÉRMINOS

Carmen, Champotón y Palizada comparten más de 706 mil hectáreas que comprenden el estuario más grande en dimensión y volúmen del país. En esta zona se juntan las aguas de los ríos Mezcalapa, Grijalva y Usumacinta. Hay que trasladarse hasta Ciudad del Carmen y buscar una lancha que te lleve hasta Isla Aguada, llamada “cuna de los delfines”. Se les ve saltar y hasta se puede nadar con ellos.

Los canales repletos de mangle llevan a la Isla de Pájaros, ocupada por pelícanos, cigüeñas y pericos. En las orillas hay cocodrilos. También se llega a observar la tortuga carey.

LOS PETENES

Esta reserva de la Biósfera forma un corredor de humedales costeros de casi 300 mil hectáreas que dibujan un tapiz verde entre los municipios de Tenabo, Hecelchakán y Calkiní. Crecen mangles rojos, blancos y negros que pueden contemplarse desde un kayak.

Los tours te llevan a golpe de remo en busca de aves, caimanes y manatíes, especie en peligro de extinción. Se ofrecen caminatas para buscar osos hormigueros, monos aulladores y tlacuaches de cuatro ojos.

SALTO GRANDE

Este parque natural está a cargo del municipio Candelaria, donde está el río más caudaloso de Campeche, de 402 kilómetros de largo.

Se puede practicar buceo arqueológico. Los mayas construyeron bajo el río diques que ahora son un atractivo repleto de peces.

Por las noches, hay “cocodrileada”. Los guías te enseñan cómo atraparlos para hacerles una exploración anatómica.

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