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Hierve El Agua, un escenario espectacular en Oaxaca

Hierve El Agua es un paraje natural inigualable, sus cascadas de piedra se escapan de un cuento de fantasía para sorprendernos en medio del paisaje de agaves oaxaqueño.

Para acceder a ellas, uno entra a una profunda cañada de decenas de kilómetros de ancho. Mientras las cumbres rebasan los 2,500 metros sobre el nivel del mar, el río que en ciertos mapas llaman San Luis recorre su camino 1,500 metros más abajo.

Por todas partes hay cerros, a veces con bosques de encino, pero la mayoría de las veces cubiertos de vegetación de semidesierto.

Sobre una cueva de esa cañada, aparece un grupo de cascadas blancas, que si uno va en tiempo de secas se encuentran totalmente paralíticas.

En las cuevas se ha ido depositando el carbonato de calcio que arrastra el agua de unos manantiales cercanos, solo que en vez de formar estalactitas, el sedimento mineral se ha acumulado sobre la pared de la montaña, simulando una suerte de cataratas espumosas.

Existen dos grupos de estas cascadas. El más lejano parece tener 30 metros de caída y resulta espectacular. El grupo más cercano es de menor altura. En la parte superior, se han construido pozas artificiales donde se junta el agua de los manantiales antes de escurrir por el borde. Y en estas pozas, cuya temperatura es de 25° aproximadamente, se puede nadar. Desde luego, no se trata de un simple balneario. Desde las pozas uno disfruta la panorámica de la enorme cañada del río San Luis.

Este sitio ha llamado la atención desde hace mucho, al parecer fue un lugar sagrado de los antiguos zapotecas. Hace siglos se construyó un sistema de riego que hacía bajar el agua de los manantiales por canales angostos hacia las partes más bajas de la cañada.

La gente del cercano poblado de San Isidro Roaguía ha construido para los visitantes diferentes instalaciones junto a las cascadas, de modo que el sitio es ahora un parque recreativo. Hay comedores donde además de comida oaxaqueña tradicional, pueden disfrutarse ciertos antojitos locales como agua de chilacayote, tamales de chepil y piñas locas que no son otra cosa que jugos de fruta con chile y, si se quiere, un poco de mezcal.

Las cabañas pueden ser la opción de hospedaje, sobre todo para familias y grupos. Son de bajo costo y las hay para cuatro y para doce personas.

Cómo Llegar: Existen varios caminos, pero el más recomendable es por la carretera que sale de Mitla. Siguiendo esta ruta son 18 kilómetros hasta el crucero de San Lorenzo Albarradas, donde se dobla a la derecha. Este otro camino atraviesa el poblado mencionado y 8 kilómetros más adelante llega a San Isidro Roaguía y el parque.

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