Este ex convento del siglo XVII destaca por su estilo barroco popular con influencia mudéjar, llamándolo “barroco fastuoso”.
Existían dos templos, un dormitorio de 14 celdas construidas en la iglesia y otro más grande en el ex convento, el refectorio, noviciado con 30 celdas, oratorio y claustro.
En 1862 se comenzó a demoler el suntuoso templo con motivo de la extinción de las órdenes monásticas, conservándose únicamente el claustro con interesantes efigies labradas en piedra que ornamentan sus arcos, además de caracteres mudéjares con aportaciones decorativas de los indígenas.
En el centro del patio se parecia una fuente de aspecto oriental.
Se dice que Gerardo Murillo, mejor conocido como el Dr. Atl, vivió en el claustro en actitud de protesta por su posible destrucción y pintó en el muro norte una visión panorámica de dos cúpulas de iglesias poblanas.