Coahuila es un estado grande en diversos sentidos. En su basta extensión territorial se reúnen contrastantes ecosistemas desde exuberantes bosques de la Sierra Madre Oriental hasta desiertos indómitos en Cuatro Ciénegas y Parras, además, en donde el carbón abunda, por el cauce de los ríos crece la escencia de las ciudades y pueblos como Sabinas y Juárez.
Para los mexicanos es herencia de identidad: fue escenario de sucesos históricos y cuna de personajes que cambiaron el rumbo del país, como Venustiano Carranza y Francisco I. Madero. Saltillo, su capital, posee una historia de hace 436 años, cuyas raíces se concentran en los más de treinta museos que resguarda. Cuatro de suscabeceras municipales son Pueblos Mágicos: Parras, donde brotan mares en medio del desierto. Viesca y sus hermosas dunas de Bilbao que crean poéticos paisajes. Arteaga, la Suiza de México, donde las cumbres nevadas en invierno dejan embelesado a cualquiera.
Prepárese para descubrir los sabores del norte, desde la Cuna del Nacho, Piedras Negras, hasta el obligado cabrito al pastor en Saltillo. Los coahuilenses estarán siempre dispuestos a agasajarlo con un buen vino, excelentes quesos en Arteaga y discadas suculentas en Sabinas.
Y qué decir de la boyante industria: el suelo coahuilense sostiene más de 40 empresas que colocan al estado en la escena internacional como un lugar donde florece el progreso.
Su estratégica ubicación fronteriza ha facilitado su despliege comercial. Y quizá, la mayor riqueza de Coahuila sea su gente franca y honesta, que con decisión enfrenta y engrandece lo que la naturaleza ha dejado a su disposición: fósiles, peces endémicos, candelilla, etc.