Tlaxcala es el estado de la República Mexicana más pequeño en territorio, pero uno de los más importantes por su historia, paisaje y atractivos turísticos.
Un viaje a Tlaxcala representa disfrutar de una estancia placentera dentro de un ambiente apacible que invita al descanso. Los variados sitios de interés con los que cuenta lo han convertido actualmente en un punto obligado para el historiador, artista, antropólogo, religioso, deportista o usted que gusta disfrutar de México.
Aquí usted comprobará que Tlaxcala es grande; que es una tierra de destacados pintores que plasmaron su historia en Cacaxtla y en el patio interior del Palacio de Gobierno en la ciudad capital; un estado con joyas artísticas y arquitectónicas como la Basílica de Ocotlán, que alcanza niveles de gran belleza por su ornamentación; un territorio con gran variedad de paisajes; tanto por lo que se refiere a cañadas, saltos de agua y lagunas como por lo que toca a la práctica de deportes de aventura como el alpinismo en el volcán de La Malinche.
También conocerá que Tlaxcala ha jugado un papel relevante en la vida taurina de México, pues cuenta con más de 40 haciendas ganaderas de toros de lidia, así como importantes centros textiles y pulqueros, sin olvidar la alegría de sus fiestas regionales como la Huamantla, cuyo tapete de flores y aserrín de colores constituye una de las más incomparables muestras de elegancia artística y alegría popular.
Tlaxcala es verdaderamente un estado que goza con la vida, con su pasado, con su arte, con su identidad; uno de los centros turísticos más relevantes de México y que hoy se encuentra con los brazos abiertos para recibirlo.