El inicio de la Calle 59 está flanqueado por la Hacienda Puerta Campeche a la derecha y el Salón Rincón Colonial a la izquierda. La primera es un hotel que tomó una colección de casonas del siglo XVII, el segundo es una cantina con una barra de madera. La calle se va llenando de paredes de colores y ventanas enrejadas, hasta llegar a la Puerta de Mar, está hecha para caminarse, con esculturas adornando el paseo.
La Casa San Pablo se ubica aquí, y en su interior posee una galería de arte que promueve el trabajo de artistas campechanos, también está la Casa del Teniente del Rey que además de presumir su bonito patio colonial aloja las oficinas del INAH.
En la esquina con la calle 12 se encuentra la Iglesia de San Roque, llamada San Francisquito, perteneciente al siglo XVIII y a la Tercera Orden franciscana. La simpleza de su fachada, coronada por una espadaña de tres vanos, contrasta con los tesoros que en el interior se esconden. Compartiendo el mismo siglo que el templo y de alma barroca, hay cinco asombrosos retablos laminados en oro. En el principal se mira a San Roque con su bastón, su perro y su pierna herida. Lo acompañan más abajo la Virgen de la Candelaria y San Francisco en actitud contemplativa. Este antiguo convento es ahora el Centro Cultural El Claustro.