Tres puentes comunican a Piedras Negras con Eagle Pass: el Puente Internacional I, General Carlos Pacheco, de 565 metros, el Puente Internacional II, Coahuila 2000 Camino Real, de 398 metros y el Charles Fisby. Entre los dos primeros se ha creado el Paseo del Río, un corredor turístico que lo mismo funciona para practicar deporte que para hacer un día de campo bajo un área arbolada. El corredor tiene más de un kilómetro y cuenta con áreas verdes, juegos para niños y espacios propios para ferias y actividades culturales. Piedras Negras apuesta por una imágen amigable, que hace de la zona un lugar de encuentro más que de división.
Cuatro plazas dan a Piedras Negras la sensación de vastedad. La Gran Plaza, cercana al Puente Internacional I, funciona como el centro neurálgico de la ciudad. Tiene más de 36 mil metros cuadrados, en su centro se encuentra el monumento Al vuelo, con golondrinas que giran y un juego de luces que da a las noches un realce espectacular. Alrededor hay lugares de interés como el Museo de la Frontera Norte, el Museo del Niño, la Casa de las Artes, un auditorio para eventos masivos y la bajada al Paseo del Río. Aquí se encuentra el asta monumental más grande de Latinoamérica, de 120 metros de alto, que ondea a la bandera mexicana, también la más grande del mundo con 60 metros de largo por 34 de ancho, con un peso de 300 kilogramos.
Las Macroplaza I y II se prestan para el paseo y el esparcimiento de amigos y familias. Ambas están sobre la avenida 16 de Septiembre, la Macroplaza I tiene distintos monumentos, además de una concha acústica, el Águila de los Fundadores y áreas verdes. Mientras que la Macroplaza II se avoca al deporte y ofrece canchas para futbol soccer y americano, voleibol, basquetbol, beisbol, gimnasio, pistas para bicicleta y patinaje.
Cerca del Puente Internacional II se encuentra la Plaza de las Culturas, con réplicas a escala de los más importantes monumentos arqueológicos del país, como la Pirámide del Sol de Teotihuacán, la Pirámide de los 365 Nichos de El Tajín o El Castillo de Chichén Itzá. Junto a estas réplicas hay esculturas de las culturas maya, olmeca y azteca, un edificio cultural, un área pictórica con murales, juegos infantiles, planetario y fuente danzante.
El Auditorio José Vasconcelos tiene en su fachada marquesinas, la puerta de entrada, la iluminación de lo que alguna vez fue un cine. El edificio es de 1947 y lo construyó Pedro Perret, cerró como cine en 1991 y hacia 2011 lo adquirió el gobierno del estado y lo rehabilitó como auditorioo teatro de cámara. Su aforo es de 328 butacas.
El Teatro de la Ciudad José Manuel Maldonado fue inaugurado el 3 de diciembre de 2011 y tiene los mayores adelantos tecnológicos y arquitectónicos en inmuebles de su tipo. Lo diseñó el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, cuenta con 800 butacas y su escenario es de 18.5 metros por 18 metros. Aquí se han presentado toda clase de espectáculos, desde un concierto de Lucía Méndez, hasta el Teatro Negro de Praga.
El Centro Cultural Multimedia 2000 Fernando Martínez Ortiz, museo infantil que pone acento en el uso de recursos y así cortar la llamada brecha digital. Este lugar lo ideó el presbítero Fernando Martínez Ortiz y abrió sus puertas en 2004, en casi 10 años ha recibido a más de 100 mil niños y ha albergado exposiciones itinerantes de todo el país.