Su amplia plaza central se encuentra circundada por calles cerradas con altos faroles, bancas de cantera y edificaciones coloniales. A San Miguel El Alto se le conoce como la Joya Arquitectónica de Los Altos.
San Miguel El Alto fue fundado en 1625 por los franciscanos, a cada lado de la Plaza de Armas salen calles con dirección a casas bajas muy austeras, sencillas, pero muy lindas.
Su plaza posee en cada esquina un arco de entrada a modo de puerta, en donde se lee la inscripción en latín: Bona terra, bona gens, que significa Buena tierra, buena gente. Siguiendo por la calle Francisco Ramírez se encuentra la Parroquia de San Miguel Arcángel, construida en el siglo XIX. Cuenta con una sencilla fachada de cantera rosa y dos torres hexagonales, y en ella se mezclan inspiraciones del estilo barroco y el neoclásico. En su interior posee pisos de madera de mezquite y un altar de reminiscencia gótica.
Los lugareños recomiendan desayunar en el mercado sobre el lado oriente de la parroquia, no te puedes perder el mitote, un excelente guisado de visceras.
La Plaza de Toros Carmelo Pérez fue inaugurada en 1847 y su nombre rinde homenaje al célebre torero de comienzos del siglo XX. Esta plaza es famosa porque en ella se vieron corridas de toreros destacados como Armillita, Calesero y Rodolfo Gaona. Es un edificio sencillo que cuenta con el encanto austero de una plaza tradicional, en tonos ladrillo y rojo. En este sitio no sólo se pueden ver las corridas en septiembre, sino que también es escenario de bailes, eventos sociales y parte del Vía Crucis. En la esquina se pone un puesto de gorditas que no puedes dejar de probar.
El Santuario de Guadalupe fue construido por excristeros en 1945. Este es un edificio de cantera con una enorme cúpula muy similar a la del Templo de San Antonio en Aguascalientes. En sus catacumbas se encuentra enterrado Victoriano ramírez, el Catorce, uno de los más famosos jefes cristeros de Los Altos de Jalisco. El origen de su apodo sigue siendo todo un misterio, aunque muchos dicen de que se lo ganó al matar a catorce federales que querían aprehenderlo.
Una fábrica recomendable de cantera rosa es la de Genaro González, quienes la trabajan son verdaderos artistas de la región.
La cría de caballos ha sido una de las especialidades de San Miguel El Alto. Debido a esto, las carreras ecuestres constituyen una de las principales diversiones del pueblo. Nada como asistir a una en El Carril, una pista donde podrás vivir la adrenalina campirana.