Nuevo León es el primer destino en México para disfrutar esta experiencia que se explica a partir de su nombre no es otra cosa que recorrer barrancas o cañones.
La Sierra Madre Oriental posee largos cañones de singular belleza debido a los bosques que los flanquean, a sus fondos pétreos de formas caprichosas y a su limpieza. La relativa humedad de la zona permite que lleven agua casi todo el año, a diferencia de muchos otros cañones de México.
Las empresas que ofrecen el servicio de guías son organizaciones serias, amables, con altos estándares de seguridad y con una excelente infraestructura. Si contratas a una de estas empresas te llevarán por los tramos más espectaculares.
La dinámica propia del cañonismo combina actividades y habilidades muy diversas como son la caminata, natación, saltos, deslizamiento en toboganes naturales y descenso tipo rapel. El desafío y la emoción se dan en distintos niveles.
Muy cerca de Villa de Santiago está el Cañón de San Cristóbal, aquí los guías suelen ofrecer un recorrido por dos tramos de poca agua. El Laberinto y El Salto. Esta ruta incluye caminata, cuatro descensos a rapel y tirolesa, es para que la disfrute todas las personas, desde niños de 6 años en adelante.
Igualmente recomendable para principiantes se encuentra el recorrido por el Cañón del Chipitín. Rocas de color arena, pozas esmeraldas, cascadas azules y bosqus de color verde forman un paisaje maravilloso. el cañón consta de media docena de cascadas. En uno de sus tramos hay un tobogán que lleva a la gran poza desde donde cae la Cascada del Chipitín. Este es el broche de oro de la ruta, un descenso a rapel de 80 metros junto a una caída de agua.
Esa misma cascada es el inicio de un recorrido más exigente de Hidrofobia, donde hay siete rapeles. Las cascadas, los canales y las pozas a lo largo de la ruta son las que han dado este apodo, ya convertido en su nombre oficial. su belleza y colores del río la hacen una de las rutas más clásicas de Nuevo León
Otro recorrido muy interesante es el del Cañón de Matacanes, para muchos es la ruta más completa, ya que abarca todos los retos del cañonismo como toboganes, cascadas a rapel, pozas que se cruzan a nado, caminata y saltos de agua, así como un río subterráneo.
Para los que busquen desafíos mayores, existen otras rutas que no están abiertas al público en general, pero disponibles para el cañonista de nivel avanzado, como el Cañón del Infierno.
La mejor temporada para la práctica del cañonismo es de marzo a septiembre. Para tener una experiencia única es indispensable que contrates guías certificados.