Gracias a sus 94,000 km cuadrados de extensión ofrecen la oportunidad de explorar sus sierras con largas travesías a pie, a caballo o en bicicleta de montaña, para descubrir fascinantes sitios arqueológicos y remotos poblados indígenas que conservan orgullosos sus tradiciones.
Más aún, el territorio oaxaqueño encierra secretos increíbles inclusive bajo la tierra, como las cavernas de Huautla, unas de las de mayor profundidad del mundo y que, aunque ya han sido exploradas, hasta ahora no se les ha encontrado el fin.
En cuanto a los deportes acuáticos, la costa oaxaqueña brinda la posibilidad de bucear en los arrecifes naturales de las bahías de Huatulco, surfear en las olas de Puerto Escondido o bien admirar a las tortugas marinas en la playa La Escobilla.