Este edificio es el símbolo religioso de la capital del estado. Se construyó entre 1842 y 1885, presenta una sobria fachada de cierto sabor neoclásico en donde resaltan los detalles en cantera sobre los muros lisos. Su puerta de acceso es de arco de medio punto y sobre ella se ve una cornisa que sirve de apoyo para el arranque de dos ventanas del coro. El remate es semicircular, con adornos en cantera y una peana sobre la que se alza la imagen del protector de la Virgen, San Miguel Arcángel, venciendo el demonio.
Las torres se elevan en tres cuerpos y muestran detalles decorativos de cantera en sus esquinas y arcos. El templo es de planta de cruz latina con una gran bóveda en el crucero.
Un “Santo” Bandido
Esta especie de leyenda se sitúa a principios del siglo XX, allá por el año de 1900 cuando se dice que existió un famoso bandido de nombre Jesús Malverde. Se cuenta que robaba a los ricos y regalaba el dinero a los pobres y necesitados, por lo que el gobierno puso precio a su cabeza. Víctima de una traición a cargo de su compadre, quien le cortó las dos piernas para entregarlo, Malverde murió desangrado; el gobierno, a su vez, amenazó de muerte a quien intentara darle sepultura. El principio del mito de sus milagros obedece a que un agricultor, habiendo extraviado una vaca, se acordó del difunto y le prometió una piedra para su sepultura si encontraba al animal; éste apareció y el hombre cumplió su promesa.
Lo demás fueron rumores, y cientos de piedras llegaron a cubrir el cuerpo del bandido. La tradición llegó al extremo de levantar una capilla, donde hoy se venera a este célebre personaje.
Visita: Todos los días de 7:00 a 21:00 horas.
Ubicación: Entre las avenidas Álvaro Obregón y Ruperto Paliza, en Culiacán.