Rodeado por selva baja destaca este lugar espectacular, una oquedad de forma circular con diámetro de 180 metros y una profundidad de 140.
En el fondo se desarrolla una frondosa selva tropical y recibe este nombre porque aquí habitan cientos de esas aves que cada día entran y salen volando en círculos.
Un atractivo más es realizar actividades de rappel por sus paredes verticales de piedra caliza, lo que permite admirar tres decenas de coloridas pinturas rupestres.
Los menos atrevidos pueden practicar senderismo, observación de aves y admirar la belleza escénica del lugar desde varios miradores. Cuenta con servicios básicos con varias cabañas y zona para acampar.
INDICACIONES:
Se ubica a 18 km por terracería del poblado Piedra Parada, en el municipio de Ocozocoautla de Espinosa, a una hora de Tuxtla Gutiérrez.