Su nombre nos remite a un paseo en coloridas trajineras por canales rodeados de árboles espigados, con comida típica mexicana y música vernácula; pero también nos recuerda la existencia de flores y plantas de ornato.
Además es un lugar que a través de los siglos sigue conservando un marcado acento indígena.
Su área y su cultura chinampera fueron reconocidas en 1987, junto con el Centro Histórico de la ciudad de México, como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
HISTORIA DE XOCHIMILCO
En 1352 una de las siete tribus nahuatlacas que salieron de la mítica Chicomostoc fundó Xochimilco, vocablo náhuatl que significa “en la tierra sembrada de flores”. Ahí construyeron las chinampas: porciones de tierra colocadas sobre raíces de ahuejotes, empleadas para la siembra de legumbres y flores; entre ellas dejaban canales de agua para transportar los alimentos en canoas. La chinampa quió la traza urbana ortogonal deXochimilco, similar a la de Tenochtitlán.
Los mexicas obligaron a los xochimilcas a construir la gran Calzada de Iztapalapa, hoy Tlalpan, así como a proporcionar material y mano de obra para edificar su pirámide principal. Los españoles respetaron el sistema chinampero de Xochimilco, pues de él se alimentó la capital de la Nueva España durante el virreinato. Por su parte, los lagos de Texcoco y Xochimilco aportaban más de un millón de pescados al año.
Los franciscanos construyeron en este lugar el quinto de sus conventos, dedicado a San Bernardino, excelente ejemplar de fines del siglo XVI. Hacia 1891 uno de los hacendados del rumbo, Íñigo Noriega, estableció una línea de pequeños barcos de vapor que iban de Xochimilco a Iztacalco, por el famoso Paseo de la Viga, cobrando 12 centavos por viaje.
Xochimilco participó activamente en la Revolución Mexicana y fue el sitio de reunión de dos de sus más simbólicos personajes: Villa y Zapata.
Entre 1910 y 1920, Xochimilco descubrió su potencial turístico e inició la construcción de sus embarcaderos; se reforestó el bosque de Nativitas y se fundó el vivero de árboles. Para 1970 se integró a la mancha urbana cuando se prolongó la avenida División del Norte y se creó el Anillo Periférico.
RECORRIENDO XOCHIMILCO
En el arbolado Jardín Juárez, corazón de esta antigua población, no puede faltar el clásico quiosco con techumbre cónica revestida de teja. A dos cuadras de ahí, al norponiente, se encuentra la Plaza de San Juan Bautista, núcleo del barrio del mismo nombre, uno de los 17 que conforman Xochimilco. Sus habitantes presumen esta pintoresca plaza con su gigantesco ahuehuete de 2,000 años de antigüedad y 35 metros de diámetro en su fronda.
La Capilla de San Juan data del siglo XVII y fue construida con restos arqueológicos prehispánicos. Según una placa, fue restaurada por vez primera el 8 de abril de 1730. Cuenta en su interior con dos pinturas murales: el Bautizo de Cristo y el Misterio de San Juan, ambas del siglo XIX. A partir de 1949 la plaza se llamó Pujil en honor a una población de Ecuador. En el cruce de las calles Josefa Ortiz de Domínguez y Pedro Ramírez del Castillo hallará una piedra prehispánica tallada en forma de rostro, incrustada en el muro blanco de una construcción.
Podrá apreciar en la calle Benito Juárez algunas casas de la época porfiriana, en los números 9, 11 y 20, colindantes del Centro de Salud de Xochimilco, edificio erigido en 1947.
Otras dos casas antiguas, convertidas en comercios, se localizan sobre la calle Pedro Ramírez del Castillo, una en el número 22 y la otra haciendo esquina con la calle de Pino.
La Casa del Cacique Apochquiyahuatzin y la Casa del Arte también son dignas de observarse. La primera se encuentra en la esquina de Guerrero y Morelos; fue construida en dos niveles y se afirma que perteneció a un cacique indígena bautizado como Luis Cortés Zerón de Alvarado. A principios del siglo XX se instaló ahí el Monte Pío que desapareció en 1936, y desde entonces fue ocupada por una farmacia, un consultorio y como casa habitación de la familia Amaya. Si se fija en el remate de su esquina verá un llamativo nicho en forma de concha marina, como se usaba en la época colonial.
Al lado de este inmueble se halla la Casa del Arte; la puede identificar por su portón y tres ventanas con balcones en la fachada. A través de su amplio patio interior se tiene acceso al archivo histórico y a la hemeroteca, donde podrá consultar numerosos documentos relativos al pasado deXochimilco. Basta cruzar la calle de Morelos para adentrarnos en elMercado de Xochimilco, construido en los años cincuenta del siglo pasado, ideal para conocer la gran variedad de alimentos frescos y naturales que se venden ahí, así como la diversidad de plantas y flores.
El Templo y Convento de San Bernardino es el monumento histórico más atractivo de Xochimilco. Fundado por Fray Martín de Valencia, se comenzó a construir hacia 1535 a cargo del alarife Fray Alonso de Soto. Ofrece a primera vista un aspecto de fortaleza o castillo, acentuado por las almenas que coronan su fachada principal. Su portada de piedra fue terminada hacia 1590, en ella la ventana del coro está adornada con ramos de uvas, molduras en forma de roleos sobre las cuales hay dos figuras humanas. Llama la atención la forma en que la torre del campanario, erigida en 1716, se une a la fachada mediante un contrafuerte muy abierto.
El remate con su reloj data de 1872. Un estupendo retablo plateresco figura en su altar principal, catalogado como uno de los tres más valiosos del México del siglo XVII realizados en cedro rojo y ocho retablos dotados de excelentes pinturas y esculturas. Por su parte, el claustro (terminado hacia 1604) muestra una serie de arcos de medio punto soportado por columnas singulares, mezcla del arte indígena y español.
En el costado izquierdo del templo se distingue la portada porciúncula, que significa pequeña porción de tierra, que los hermanos benedictinos dieron en Italia a los franciscanos; exhibe una bella decoración en relieve sobre el arco de la entrada. A la derecha del acceso principal se localiza la Capilla de la Tercera Orden de San Francisco, erigida hacia 1696.
Otras construcciones antiguas del rumbo se localizan sobre la calle de Nuevo León en los números 17 (una zapatería), el 37 (Casa Azul de Xochimilco), el 40 con su larga fachada, y la que hace esquina con la calle de Violeta convertida en un bazar de ropa. La Capilla de Santa Crucita se encuentra en la esquina de Violeta y Madero; fue construida en 1687 y restaurada hacia 1860; la ventana del coro destaca por las molduras sinuosas de estilo barroco que la enmarcan. En su interior sobresalen el Santo Entierro, tallado en madera en el siglo XVIII; la escultura del Ecce Homo, una de las figuras más dramáticas de Xochimilco por sus costillas y dentadura natural, elaborada en el mismo siglo; el Cristo atado a la columna, también con dientes y cabello natural; y el Cristo del altar principal, conocido como “el güerito”, elaborado en pasta de caña. Anexo al templo se halla una pequeña plaza que corresponde al barrio de Santa Cruz Analco o Santa Crucita.
El Hotel Reforma (ahora zapatería), en Madero y 16 de Septiembre, se levantó a principios del siglo XX por orden de su propietario Anselmo Coto Martínez. Ahí se reunieron Francisco Villa y Emiliano Zapata, notables caudillos de la Revolución Mexicana, para unir las fuerzas militares del norte y sur del país. Por último, la Capilla del Rosario, en MAdero y Morelos, es un buen ejemplo de la arquitectura del siglo XVIII; luce vistosos adornos hechos en estuco y parece estar revestida de un fino encaje.
Un atractivo más que ofrece Xochimilco es el Museo Dolores Olmedo Patiño, ubicado en lo que fuera la Hacienda de La Noria. Exhibe una importante colección de obras de renombrados artistas como Diego Rivera, Frida Kahlo y Angelina Beloff; junto con más de 600 objetos prehispánicos tallados en madera. En su amplio jardín pueden admirarse diversos animales, como pavorreales y xoloizcuintles o perros mexicanos auténticos.
TIPS DEL VIAJERO
Para disfrutar de un paseo por los canales de Xochimilco, los embarcaderos cercanos al centro son: Fernando Celada (Laguna del Toro); sobre la avenida Nuevo León (Laguna de Caltongo); y al final de la calle del Salitre y la del Nogal. Se afirma que Xochimilco está de fiesta todos los días, dada la gran riqueza patrimonial intangible que tiene; numerosas conmemoraciones lo reflejan como la de Xaltocan, de la Santa Cruz, el concurso de la Flor más Bella del Ejido, y la fiesta de San Bernardino de Siena el 20 de mayo, en la cual se reúnen todas las imágenes de los santos patronos de sus barrios.
Sin duda, la fiesta más importante es la del Niñopan (el niño Dios), la imagen más querida y festejada por los xochimilcas desde hace siglos. Si alguien la quiere tener en su casa durante un año, tendrá que esperar hasta 25 años o más haciendo “cola” para que le toque su turno. Si usted quiere conocerlo pregúntele a cualquier xochimilca, él le dirá en qué lugar se encuentra.
ANECDOTARIO
Dos notables personajes habitaron Xochimilco en épocas extremas: Juan Badiano (1484-?), traductor al latín del Catálogo de Hierbas Medicinales Mexicanas (Códice Badiano), escrito por el médico indígena Martín de laCruz; y notable pintor Francisco Goitia (1882-1960), quien promovió la ampliación de calles y avenidas del poblado.
DONDE COMER EN XOCHIMILCO Quinta María Teresa
Antiguo Camino a Xochimilco 136.
Teléfono: 1853 8635.
Casa Don Neto
Margarita Maza de Juárez 41,
Col. Barrio de San Pedro.
Teléfono: 5334 9465.
El Lago
Av. Guadalupe I. Ramírez 6101,
Col. Barrio San Marcos.
La Herencia
Av. Guadalupe I. Ramírez 158.
Col. Barrio San Marcos.
Betos
Av. México 58,
Col. Barrio San Antonio Xochimilco.
INFORMACIÓN TURÍSTICA DE XOCHIMILCO Delegación Xochimilco
Guadalupe I. Ramírez 4, Col. Barrio el Rosario.
Teléfonos: 5334 0600 / 5676 1947. www.xochimilco.df.gob.mx
Secretaría de Turismo del Distrito Federal
Teléfono: 01 800 008 9090 www.mexicocity.gob.mx