El lugar común dicta que el Bosque de Chapultepec es el pulmón verde más importante de la capital del país. Su extensión abarca 647 hectáreas que lo convierten en el bosque urbano más grande de Latinoamérica. Alberga 222 especies de aves y mamíferos, 158 de árboles, arbustos y plantas de ornato, y la afluencia de visitantes que recibe en fin de semana se estima en un promedio de 2 millones de personas. Se encuentra dividido en tres secciones que albergan áreas para realizar diferentes actividades. Pero no hay que dejar que los árboles oculten el bosque, ya que su trascendencia va más allá de su indudable valor ecológico.
Históricamente, el Bosque de Chapultepec está ligado de manera indisoluble a México, cuya historia estaría incompleta sin atender a este espacio citadino. La presencia humana en el lugar puede rastrearse hasta la época prehispánica, cuando Nezahualcóyotl, soberano de Texcoco, construyó aquí un paradisíaco lugar de descanso que incluía, además de una casa, abundante flora y fauna especialmente introducidas al sitio.
Después, Moctezuma Ilhuicamina y Moctezuma Xocoyotzin realizan diversas obras en el entorno, la más importante, un acueducto que abastecía de agua potable a Tenochtitlan, mismo que fue destruido por los conquistadores españoles como parte de su campaña contra la capital azteca. Tras la caída de Tenochtitlan, la zona es ocupada en labores de labranza hasta que en 1530 una cédula real de Carlos V otorgó el bosque y el cerro de Chapultepec a la Ciudad de México para esparcimiento de sus habitantes. Sin embargo, a lo largo de la historia las autoridades tanto coloniales como del México independiente, la utilizaron como sitio de descanso. De tal forma, desde un palacete azteca hasta fincas campestres usadas por los virreyes forman parte del paisaje, hasta que el actual castillo es edificado entre 1784 y 1786, aunque su uso permanece aleatorio según las necesidades de la época. Es Maximiliano de Habsburgo quien lo rehabilita con el fin de usarlo como residencia oficial, carácter que mantiene durante varias presidencias, incluyendo la de Porfirio Díaz. Antes, durante y después de la Revolución, en sucesivas gestiones se fueron realizando las adecuaciones que le dan forma hasta el día de hoy, como la creación de dos lagos recreativos, la Casa del Lago, importante centro de difusión cultural, un parque zoológico, un jardín botánico, la creación de la Residencia Oficial de Los Pinos en 1936, bajo la presidencia de Lázaro Cárdenas, en lo que fuera la antigua casa de campo de Manuel Martínez del Río y Zamacona, expropiada por la nación, el monumento a los Defensores de la Patria 1846-1847 que se erigió en memoria a los soldados que combatieron la invasión estadounidense en el período citado, y varios museos. Precisamente, es este último aspecto uno de los más relevantes del Bosque de Chapultepec, ya que en su perímetro se localizan algunos de los recintos museográficos más importantes del país, como el Museo Nacional de Antropología Moderno, el Tamayo Arte Contemporáneo, el Museo de la Comisión Federal de Electricidad, el de Historia Natural y el Papalote Museo del Niño. Asimismo, en el inventario de su patrimonio se contabilizan la Fuente de Tláloc, obra de Diego Rivera, y un pabellón coreano donado por el pueblo de aquella nación asiática. Sin embargo, puede decirse que su principal función, más allá de ser testigo de la historia y fuente de aprendizaje y conocimiento para muchas personas, es la de ser factor de cohesión social y familiar, ya que los fines de semana una buena parte de la población citadina disfruta de sus veredas y atracciones, que incluyen un balneario, un centro de espectáculos (el Auditorio Nacional), un par de parques con juegos mecánicos y un lugar especial para niños pequeños, el Centro de Convivencia Infantil. ElBosque de Chapultepec cuenta también con restaurantes, cafeterías y numerosos lugares que venden antojitos y refrescos. También se realizan paseos nocturnos.
Son innumerables las historias de amor y amistad que han tenido como escenario el Bosque de Chapultepec, insustituible espacio de convivencia para los habitantes de la Ciudad de México.
Ubicación: Avenida Constituyentes s/n, primera Sección del Bosque de Chapultepec, Miguel Hidalgo.
Teléfono: 5515 2697.