En la Colonia Juárez, en una casa de principios del siglo XX, se encuentraMUCHO, Mundo de Chocolate, el primer museo del chocolate en la Ciudad de México. Éste es un lugar en el que convergen arte, historia y amor por el alimento de los dioses. MUCHO es una iniciativa privada que busca enaltecer el origen mexicano del cacao y del chocolate, difundiendo la importancia de este aporte gastronómico al mundo.
El museo busca ser un punto de encuentro para investigadores, agricultores, productores, fabricantes, chefs, artistas y amantes del chocolate de todas las edades, quienes durante la visita podrán conocer los procesos asociados a la producción y la relevancia del ancestralxocolatl.
Este es un lugar multifacético en el que arte contemporáneo confluye para convertirse no sólo en un museo histórico y estático, en el que el recorrido se agota a la primera vista. Con exposiciones cambiantes y talleres continuos, el recinto cobra vida y se convierte en una visita obligada, donde las propuestas de artistas mexicanos y extranjeros crean una atmósfera rica en sabores y aromas.
Un deleite para los sentidos, el museo exhibe muestras en las que el olfato, la vista, el tacto y el gusto juegan un papel fundamental dentro de la visita. Con nueve salas de exhibición en la planta alta y seis salones en planta baja, el recorrido busca mostrar las diferentes facetas del famoso alimento.
Con un cuarto recubierto enteramente de tablillas de chocolate, una exhibición de esculturas hechas con diversos tipos de chosolate, un recorrido por la historia y la producción del cacao, un despliegue de citas y frases de la vida cotidiana que envuelven al célebre alimento. MUCHObusca que el visitante se motive y quiera conocer más acerca de este producto mexicano, resaltando y promoviendo su origen. Además, el encontrarse los más variados productos, en la que se pueden degustar varios platillos a base de cacao y chocolate.
Quizá una de las primeras grandes exportaciones de América al Viejo Mundo y uno de los grandes aportes de México junto con el chile, la vainilla y el maíz, el chocolate fue popularizado en Mesoamérica por los olmecas. Hernán Cortés conoció el chocolate en la mesa de Moctezuma, donde fue invitado a probarlo, al ser una de las bebidas favoritas del tlatoani mexica. Al llegar a Europa, fue endulzado con azúcar, vainilla y canela, creándose una golosina del agrado del paladar europeo. Mucho ha cambiado la forma en que los antiguos aztecas disfrutaban este manjar, sólo disponible para la realeza, aunque el proceso de cultivo y la producción de las vainas de cacao sigue siendo el mismo.
En la época prehispánica, el chocolate era empleado con fines terapéuticos por los mayas, quienes lo utilizaban como bebida vigorizante con efectos calmantes. Las almendras de cacao eran tan preciadas que se utilizaban como moneda y eran parte fundamental del tributo pagado al emperador.
El cacaotero es un árbol que necesita humedad y calor, por lo que su producción se acota a los países que se localizan entre el Trópico de Cáncer y el Trópico de Capricornio, creciendo idealmente a temperaturas de entre 20 y 30 grados centígrados.
Pese a ser un producto mexicano, nuestro país no se encuentra entre los principales productores de cacao a nivel mundial: Costa de MArfil (38%), Ghana (19%), Indonesia (13%), Nigeria (5%), Brasil (5%), Camerún (5%), Ecuador (4%) y Malasia (1%), quienes representan el 90% de la producción mundial. Además, nuestro país tampoco se encuentra entre los principales consumidores a nivel mundial, el cual se concentra en la zona norte de Europa y América.
Este producto ya merecía un museo entero. Visítalo en la calle de Milán, número 45, de lunes a viernes de 11 a 17 horas. El museo ofrece visitas guiadas en las que se combinan recorridos, catas de chocolate y talleres.