Este exconvento se ubica en la parte antigua de la ciudad, junto a la Universidad de Guanajuato.
La iglesia y exconvento fueron terminados en 1747.
En este conjunto podemos observar que su templo ostenta una fachada churrigueresca en cantera rosa.
El interior resguarda grandes pinturas firmadas por Cabrera.
En 1767, año en que fueron expulsados los jesuitas, el templo pasó a manos del oratorio de San Felipe Neri, santo al que ahora venera.