Es un exconjunto conventual construido por el padre Luis Felipe Neri y Alfaro entre 1746 y 1765.
Sus sobrias proporciones le dan un aspecto de fortaleza, mientras que su iglesia barroca, a pesar de estar muy deteriorada, conserva en el oratorio seis capillas decoradas con frescos de inspiración popular por Miguel Antonio Martínez Pocasangre.
Los motivos representados son santos, mártires, ángeles y arcángeles rodeados de flores.
En el altar mayor se observa la escultura de un Cristo, pinturas de Juan Correa y de Andrés Islas.
Además, en la capilla del Rosario se puede admirar la Batalla de Lepanto pintada al fresco.