Construido a finales del siglo XVI y principios del XVII, este monasterio franciscano solamente adquirió importancia cuando el conjunto de Tepeapulco fue diezmado por la plaga de 1576.
La parroquia dedicada al Sagrado Corazón de Jesús custodia un retablo churrigueresco y presenta pinturas murales.
En las escaleras se aprecia un relieve con el cordón franciscano.