Conjunto de monjes carmelitas descalzos.
Llegaron a México en 1585 dándoseles posesión un año después de la entonces ermita de San Sebastián, la cual estaba bajo cuidado y administración franciscana.
En 1607 se mudaron para ocupar la iglesia y exconvento frente a la plazuela del Carmen, de donde el edificio tomó el nombre.
En el interior de la iglesia se conservan tres cúpulas recubiertas de azulejos.
El acceso para la contemplación del acervo pictórico está restringido debido a los embates que ha resistido; sin embargo, en la capilla del Nazareno se hallan dos lienzos con alegorías de la Virgen del Carmen, uno de ellos realizado por Luis Juárez.
En la sacristía, además de muebles coloniales, se custodian cuatro pinturas de Cristóbal de Villalpando y una de Juan Correa.
El edificio funciona hoy en parte como un pequeño museo de arte virreinal, como biblioteca y también como taller de cerámica del INAH.