Dentro del conjunto del Desierto de los Leones, esta construcción carmelita fue fundada en 1602, cumpliendo la norma de aislamiento de la orden, que permitía a los frailes dedicarse a la oración y recogimiento.
Muestra una magnífica arquitectura y jardines. En el amplio edificio construido en recia piedra, las dependencias se ordenan en torno a una serie de patios que dan idea de estar recorriendo un laberinto.
También se pueden visitar los fríos sótanos que, además de servir de cimentación, contenían el sistema hidráulico del ex convento.
La capilla de los Secretos, resulta muy interesante, ya que se encuentra fuera del ámbito conventual y en cuyo interior se da un curioso fenómeno acústico: cuando en una de sus esquinas se habla en voz baja, las palabras se escuchan claramente en las otras tres.