Conjunto conventual fundado en 1797 por monjes carmelitas.
Su ornamentación marca la transición de lo barroco a lo neoclásico.
Su capilla resguarda una estatua del “Cristo de las siete suertes” llamado así, porque se cuenta que la dueña de la imagen la sorteó entre varias congregaciones y las siete veces que lo hizo, siempre fue favorecida por el ex convento carmelita.
Cuenta con tres ermitas, una con una estatua de alabastro con la imagen de San Juan Bautista, la otra dedicada a San José y la tercera a Santa María Magdalena.
El claustro se encuentra rodeado por una gruesa muralla de varios kilómetros de longitud, hasta la puerta de la excomunión.