El Santuario del Santo Niño de Atocha se localiza a seis kilómetros del centro de Fresnillo.
En el siglo XVI este santuario se encontraba dedicado al Cristo de los Plateros.
En un principio este Niño Dios acompañaba una imagen española de la Virgen de Atocha y debido a eso es que lleva ese nombre.
Su templo conserva muchos elementos decorativos barrocos, tales como su fachada, y forma parte del itinerario cultural del Camino Real de Tierra Adentro el cual fue nombrado Patrimonio Mundial por la UNESCO en 2010.
Al lado derecho de este templo se conservan y muestran los miles de exvotos que presentan los devotos en agradecimiento a los milagros concedidos.