Bahía de los Ángeles se encuentra acompañada por numerosas islas, la más grande es tan grande que parece una sierra en el horizonte, se trata de la isla Ángel de la Guarda.
Esta zona sirvió como hogar de los cochimíes. En el siglo XVI, el explorador Francisco de Ulloa navegó por sus inmediaciones, después los jesuitas Juan de Ugarte y Fernando Consag desembarcaron aquí en el siglo XVIII. Durante esta época la bahía sirvió como puerto para abastecer la Misión de San Francisco de Borja Ádac, localizada a 37 kilómetros de la costa. En el siglo XIX se dió el hallazgo de yacimientos de plata y la región se llenó de minas. En la actualidad la gente de la localidad ya no explora las riquezas subterráneas.
Bahía de los Ángeles es un pueblo de pescadores, por lo que vale la pena probar todo lo que proviene del mar como el jurel en ceviche o envuelto en papel aluminio, las almejas y el pulpo. Los restaurantes de sus hoteles son muy populares como Las Hamacas, Costa del Sol o Villa Vitta.
Para la hora del desayuno es recomendable visitar el restaurante Alejandrinas, sus quesatacos (tacos de carne asada con queso) son deliciosos. Para la hora del postre se puede acudir a Raspados Yoli, un local que ofrece unos deliciosos raspados de muchos sabores como ciruela, tamarindo, jamaica, mango, coco y leche.

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