Al pie del cerro Cuchumá se encuentra el Pueblo Mágico de Tecate, cuyo nombre es el que los nativos dan a la corteza del encino o tecata. En 1769, fray Junípero Serra se encargó de fundar la Misión de San Diego de Alcalá en la Alta California.
A principios del siglo XIX le es otorgada al peruano Juan Bandini la tenencia del Rancho Tecate. Esto sería el comienzo del núcleo urbano que se fundaría en 1892.
En su Plaza Principal, Parque Miguel Hidalgo, la gente se encuentra entre árboles y bancas. En Casa París se puede disfrutar de un buen café en la esquina con mesas al aire libre. Cruzando la calle Lázaro Cárdenas se encuentra el Bar Diana, cuyo local existe desde 1957, cuando en Tecate la población era bastante reducida.
En la calle Miguel Hidalgo se encuentran la Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe y la Estación Misional de Santa MAría de Tecate, fundada en 1941. Esta avenida antes era circulada por diligencias, se llamaba Libertad y tenía un papel protagónico. En la actualidad la principal es la Benito Juárez, en la que se encuentra El Buen Pan de Tecate, una de las panaderías con mayor tradición de todo Tecate, inaugurada en 1969, y en cuyas charolas podrás encontrar galletas de cacahuate, muffins de elote, cuernos de sal, conchas, empanadas de calabaza y guayaba.
Hace más de 70 años el empresario Alberto Aldrete se hizo de una antigua fábrica donde se producía aceite vegetal y la transformó en la planta cervecera que habría de compartir nombre con la tierra que la vio nacer. En 1944 la Cervecería Tecate comenzó su producción, cinco años después, la marca introdujo una lata metálica para contenersu cerveza tipo Pilsen. En 1954 la compañía se incorporó a la Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma, en la actualidad se ofrecen recorridos por las instalaciones en donde se produce esta cerveza. Se pueden observar tanques y empacadoras, se aprende el proceso, y en el Jardín Cerveza se degusta alguna de las siete marcas que pertenecen al grupo: Sol, Carta Blanca, Indio, XX Lager y XX Ámbar, Tecate y Tecate Light.
Atrás de la cervecería se encuentra la Antigua Estación de Ferrocarril, su historia se encuentra ligada a la existencia de la red ferroviaria que recorre montañas y cañadas desde San Diego hasta Arizona y al segmento de poco más de 70 kilómetros que atraviesa territorio mexicano: la ruta Tijuana-Tecate. En 1910 había trenes que trasladaban pasajeros de San Diego al balneario de Agua Caliente en Tijuana. En 1914 la línea llega aTecate, al año siguiente se inaugura la estación actual.
El Museo Comunitario Kumiai reúne las cosas que le importan al pueblo. Primero rinde homenaje a los kumiai, los nativos que pasaron sus días entre los encinos de la zona alimentándose de bellotas. La reproducción de una casa construida por ellos llamada wa. Un mural en donde se muestra su vida cotidiana, sus fiestas y rituales. El siguiente espacio está dedicado a la época de las rancherías y casas de adobe fabricadas con troncos traídos de la Sierra Juárez. Se pueden apreciar fotos de Tecate antiguo y objetos como lámparas de aceite y televisores de bulbos.
En Tecate hay dos restaurantes que no puedes dejar de visitar: el primero es Asao, el restaurante del Santuario Diegueño, el hotel boutique en lo alto de una colina. Ahí solo se sirve vino mexicano y se utilizan ingredientes loclaes. La terraza es ideal para tomar el aire y apreciar las montañas, y en sus mesas puedes disfrutar de mejillones salteados a las finas hierbas, sopa de tortilla con chile ancho y chuletón en salsa de cerveza obscura.
La segunda parada obligatoria es El Lugar de Nos, un agradable espacio con mesas de todos los estilos, no te puedes perder el pulpo enamorado, preparado a las brasas con vinagreta de jengibre y cilantro, así como la carne 84, un platillo de borrego, cerdo y res que se cocina a fuego lento.
Tecate se encuentra rodeado de montañas, bosques de pinos y encinos, en los que siempre habrá espacios para acampar, cabañas y paraderos de casas rodantes. Rumbo a Ensenada, en la Puerta Norte de la Ruta del Vino, se encuentra el rancho que existió desde antes de que fuera fundada la ciudad. El Rancho Tecate fundado por Juan Bandini, quien lo utilizó en el siglo XIX como lugar de cría de ganado, a principios del siglo XX, Alberto Tena Bonilla lo transformó en una casa vinícola y fue Juan Alessio quien adquirió la propiedad en los sesenta para transformarla en un resort. Cuenta con doce habitaciones, se ofrecen paseos a caballo, recorridos por los viñedos y visitas a un lago. Los domingos, en el restaurante, se puede probar una deliciosa barbacoa de borrego y lechón. Cuenta con alberca, canchas de tenis y campo de golf.
Por la carretera de regreso a Tijuana se encuentra el Rancho La Puerta, fundado en 1940 por Edmond Szekely y su esposa. Cuenta con más de 80 casitas, alberca, cancha de tenis y un spa con faciales reafirmantes, reflexología, aromaterapia, piedras calientes y envolturas de hierbas. Se llevan a cabo meditaciones colectivas, yoga, se camina entre flores, hay clases de baile y pilates, además de su escuela de cocina La cocina que canta.
Al este de Tecate se encuentra el Valle Rosa de Castilla, una zona en donde el paisaje se encuentra cubierto de vides. En este valle se encuentra Rancho Los Chabacanos, en donde los chabacanos en verano se encuentran listos para cosecharse y con su fruta se pueden elaborar conservas, salsas y postres. Cuenta con 17 casitas con chimenea, sala y cocina, también cuenta con alberca y un lago con kayaks.
Rancho Ojal cuenta con 33 cabañas con mesa y asador en la entrada, además de contar con área de recreación, alberca con jacuzzi, billar, mini golf y tienda. Once kilómetros más adelante, en el poblado El Hongo, se encuentra la Hacienda Santa Verónica que hoy es un hotel en donde podrás disfrutar de paseos a caballo, además de contar con alberca, canchas deportivas y pistas off road para motos y bicicletas. Posee 61 habitaciones, un spa en donde podrás disfrutar de masajes relajantes, aromaterapia y baños de cerveza.
Muy cerca del poblado La Rumorosa se encuentra el sitio arqueológico El Vallecito, un claro protegido del viento con formaciones rocosas que resguardan las pinturas rupestres de los antiguos yumanos. Siguiendo el sendero se pueden ir descubriendo figuras de trazos sencillos, soles, figuras geométricas, animales y hombres realizados con tintes minerales. Se pueden descubrir por ejemplo “el tiburón”, “el diablito” o “el hongo”.
En el kilómetro 64 de la carretera federal 2, entre Tecate y Mexicall, se encuentra Geo Parque Casa de Piedra. Aquí se encuentra una tirolesa a la cual se accede escalando rocas. Se puede practicar rapel y campismo.
El clima de Tecate se encuentra cubierto por la brisa del Pacífico, por este motivo en sus valles se pueden ver vides y olivos. En la llamada Puerta Norte comienza la ruta del vino que continúa en el Valle de Guadalupe, en Ensenada. En Tecate crecen los viñedos de Rosa de Castilla, los del Rancho Ciénega Redonda. Hacia la carretera federal 3, camino a Ensenada aparece el Valle Tanamá y el Valle de las Palmas. Ahí las vinícolas Tanamá, Ulloa, Don Juan y Granadia llevan a cabo la preparación del vino.
Los yumanos son el único grupo prehistórico del noroeste de México que trascendió hasta nuestros días. Su distribución geográfica resultó en el surgimiento de 15 lenguas y grupos étnicos. Seminómadas, supieron adaptarse al clima árido y extremo de la región. Vivían de la caza, pescaban, recolectaban frutas y semillas. Los cucapá se encuentran en las márgenes del río Colorado. Los kumiai quedaron divididos en 1848 tras la nueva frontera entre México y Estados Unidos. En Ensenada habitan hablantes del cochimí, aunque los cochimies radicaron en un área mucho más grande en el centro de la península. En la Sierra de Juárez y en la Sierra de San Pedro Mártir se asientan los paipai y los kiliwa.