Un arte sacro refinadísimo, el curioso pueblo montañés de san rafael y las laderas del Iztacchíhuatl con sus espectaculares rincones naturales hacen de Tlalmanalco el destino ideal para comenzar la Ruta de Sor Juana.
Teniendo como telón de fondo el majestuoso Iztacchíhuatl, este Pueblo con Encanto sorprende gracias a sus maravillas naturales y al delicado trabajo que plasmaron las manos indígenas en la Capilla Abierta, una joya colonial del siglo XVI, en el estilo tequitqui. Quizá tan peculiar forma de expresar la fe en los edificios religiosos de este lugar motivaron la futura vocación de la niña Juana.
Tomando la nueva autopista México-Cuautla que ahora hace mucho más sencillo el recorrido por la Ruta de Sor Juana. Se puede detener a desayunar en los restaurantes que están sobre la vieja carretera, poco antes de llegar a Tlalmanalco. Por donde quiera se leen los anuncios de mixiotes y conejo, pero en los lugares también encontrará barbacoa, quesos fundidos, sopa de hongos y de médula, pancita, quesadillas y mil delicias más.
Llegando a Tlalmanalco sorprende la riqueza arquitectónica del centro. Comenzando el recorrido por el lado oriental, donde se localiza el Conjunto conventual franciscano, teniendo como telón de fondo el volcán Iztacchíhuatl. El sitio es impresionante, tanto por su historia como por sus detalles artísticos. Los franciscanos se establecieron en Tlalmanalco a los pocos años de haberse anclado en la Nueva España. Entre los primeros frailes menores que vivieron aquí y evangelizaron la zona se encontraban Bernardino de Sahagún, el docto estudioso de la vida y las costumbres de los antiguos mexicanos, y Martín de Valencia, superior de los primeros doce franciscanos y misioneros incansable de estas tierras.
El historiador Chimalpahín señala que el Templo y el Convento de San Luis Obispo de Tolsa se acabaron de construir en 1532. Sin embargo, en sus propios muros están grabados los años de 1585 y 1591 como las fechas de terminación del actual edificio o de alguna restauración posterior. Y claro, a lo largo de los siglos, el templo y el convento sufrieron otras intervenciones arquitectónicas. Con todo, mantienen el encanto y la sencilla gracia del siglo XVI. La portada del recinto es sobria, de acuerdo con los cánones renacentistas de la época.
En el interior, un gran retablo dorado de trazos barrocos decora el altar mayor. De dos cuerpos y un relieve a modo de remate en el tercero, este retablo está inconcluso o probablemente vino de otra iglesia, puesto que no cubre la altura completa del ábside. En los costados subsisten pequeños retablos barrocos adicionales o fragmentos de ellos, que son notables. Al sur del templo está el convento, que ahora funciona como casa cural. Es también sencillo, sin grandes elementos ornamentales, salvo los restos de antiguos murales, uno de los cuales retrata a Fray Martín de Valencia. Afuera del convento, por cierto, junto al atrio se ha acondicionado un jardín en cuyo centro se levanta la estatua de piedra de ese insigne franciscano.
Pasando al costado norte del templo se puede ver la Capilla Abierta que le ha dado fama a Tlalmanalco en el mundo entero. No es la más grande del país y carece de bóvedas porque, al parecer, quedó inconclusa. No obstante, sobreviven sus muros y sus arcos cuya decoración resulta fenomenal. Es difícil clasificar su estilo. Aquí se dan cita elementos de inspiración gótica, plateresca y tequitqui. Este estilo fue bautizado por el historiador transterrado español José Moreno Villa. El tequitqui es una influencia de la iconografía y la técnica europeas fusionadas a las formas y al estilo indígenas. Mascarones y guirnaldas, calaveritas y huesos, ángeles y serafines, monos y perros (símbolo de la lujuria y la ira, respectivamente) entre otras figuras pueblan la cantera de los arcos hasta culminar en la imagen central: la de Cristo.
Cruzando la calle frente al templo de San Luis Obispo se encuentra la Plaza de Armas de Tlalmanalco. En tiempos del virreinato, por aquí pasaba una de las rutas más importantes entre México y Oaxaca. En su lado sur se encuentra el Portal de Peregrinos, una estructura ya restaurada de quince arcos que antaño sirviera como cobertizo para los peregrinos y viajeros de estos caminos. Al norte se levanta el Palacio Municipal, en un edificio del siglo XVIII que originalmente fue un hospital de la orden de los betlemitas. De cara a la plaza también se han acondicionado portales. El mismo inmueble alberga el Museo Comunitario Nonohualca.
En el centro se puede tomar un refrigerio en la Cafetería El Centenario (Fray Martín de Valencia 13, Centro, abierto de lunes a domingo de 9 a 21 horas). Un paseo adicional le revelará los edificios antiguos del poblado y sus lindas palmeras. No es casualidad que lo hayan nombrado Pueblo con Encanto.
Salir de Tlalmanalco es difícil: lo impide su gente amable y sus atractivos históricos. Pero si se desea recorrer el territorio que inspiró a Sor Juana, será necesario. Tomando camino hacia San Lorenzo Tlalmimilolpan para visitar su iglesia del siglo XVIII, que resulta llamtiva con su cúpula amarilla.
Camino a San Rafael, al entrar al poblado se ve el letrero del Parque Ecoturístico San Juan Atzacualoya. El lugar es pequeño, pero cautivante. Son cuarenta hectáreas de un agradable bosque, principalmente de encinos. Son agradables sus tirolesas y los puentes colgantes sobre una cañada seca. Atravesando el bonito pueblo de San Rafael se llega al Parque Ecoturístico Dos Aguas. Donde acaba San Rafael y van desapareciendo las casas; se abre una hermosa cañada de piedra que es como la puerta de la montaña. Dos Aguas es el parque ecoturístico mejor instalado en la zona de Tlalmanalco. Tiene canchas deportivas, vía ferrata (de cables), varias tirolesas, paredes naturales para la práctica de rapel, palapas con asadores, paseos a caballo, puestos de comida.
El parque tiene solo diez hectáreas, que es donde están las cabañas, los juegos, las palapas y los servicios. Parece poco espacio, pero en seguida comienza el bosque de las laderas del Iztacchíhuatl, así que en realidad uno tiene a su disposición el magnífico pulmón de la Sierra Nevada. Por momentos, para alguien que viene de la ciudad, tantos árboles y aire puro puede resultar casi intoxicante. Simplemente es un lugar precioso.
A un par de horas se encuentra la Cascada los Diamantes. Esta cascada se origina por los deshielos de las nieves de “la volcana”. El agua fría viene desde las partes altas de la montaña y aquí forma una hermosa caída de decenas de metros de altura. Al brillar el agua con los rayos del sol matutino parece estar formada por largos collares de diamantes. El lugar es hermoso.
El pueblo de San Rafael debe su origen a la célebre Fábrica de Papel San Rafael que se estableció aquí en 1894 para aprovechar los abundantes bosques y corrientes de agua de la zona. Su historia es notable dado que a lo largo del siglo XX fue un importantísimo polo de desarrollo social y económico en esta región del Estado de México. La fábrica alcanzó fama por los generosos salarios y prestaciones que otorgaba a sus trabajadores, así como por su producto, el papel, que en tiempos del proteccionismo fue uno de los más notables del país. Aparte, según dicen, los bosques del Iztacchíhuatl subsistieron en buen estado gracias a la política de explotación racional (ahora diríamos sustentable) manejada por la fábrica a lo largo de las décadas.
Sor Juana en Tlalmanalco
No se tiene noticia de la presencia de Sor Juana en este antiguo poblado. Sin embargo, puede pensarse que cuando partió de Amecameca rumbo a Chalco y la Ciudad de México hizo aquí la parada que harían la mayoría de los viajeros de esta ruta. Si se detuvo, probablemente apreció el templo y el convento de San Luis Obispo de Tolosa, además de la Capilla Abierta muy semejante a como los vemos hoy en día.
La tumba vacía
El gran celo apostólico y la vida ascética de Fray Martín de Valencia le dieron el olor de santidad. Murió en 1534 cuando lo trasladaban a la Ciudad de México para atenderlo de una grave dolencia. Fue enterrado en el templo de San Luis Obispo de Tolosa. En varias ocasiones abrieron su tumba y confirmaron que su cuerpo permanecía incorrupto. Hacia 1577, su sepulcro fue exhumado una vez más, pero lo encontraronvacío. Nadie sabe qué pasó, aunque se cuenta que los restos del fraile están escondidos en el Sacromonte, en Amecameca, en un resquicio de la cueva que el misionero ocupó como ermitaño durante sus últimos días de vida.
La Capilla Abierta, la más hermosa de México
Francisco de la Maza (1913-1972), uno de los mayores historiadores del arte en México durante el siglo XX, considera a la de Tlalmanalco “la capilla abierta más hermosa de México, con excepción de Teposcolula”. Así lo afirmó en su libro La Ruta de Sor Juana, que describe el arte virreinal de los rumbos que recorrió la Décima Musa. Sin tapujos, el autor señala: “Es la capilla abierta la maravilla de Tlalmanalco… Solo una acuciosa comparación con el plateresco castellano y andaluz puede darnos los orígenes ornamentales de esta capilla abierta admirable”, agrega.
Abierto de martes a domingo de 9 a 18 horas. Entrada $35 pesos. El claustro del convento, salvo los miércoles, puede visitarse en el horario de las oficinas del templo: lunes, martes, jueves y viernes de 10:30 a 13 y de 16:30 a 19 horas. Sábado y domingo de 10:30 a 13 horas.
Parque Ecoturístico San Juan Atzacualoya
El lugar cuenta con palapas y asadores, restaurante, juegos infantiles, senderos en el bosque, tirolesa, puente tibetano, puente colgante y áreas para acampar. Es necesario que llame con ocho días de anticipación para reservar. El personal podrá recibirlo de lunes a domingo. Celular: 044 (55) 6080 5620.
Parque Ecoturístico Dos Aguas
Para disfrutar los bosques de la Sierra Nevada recomendamos vestir prendas cómodas y tenis o botas, traer agua y cámara. Todo el año es indispensable usar ropa abrigada, porque desde el atardecer comienza a enriar de manera abrupta. Abre de martes a viernes de 10 a 18 horas; sábado y domingo de 8 a 20 horas. Entrada: $15 pesos por persona más $15 por automóvil. Teléfono: 01 (597) 977 6077 / 975 4051.www.parquedosaguas.com.mx
Principales Fiestas 2 de febrero, en todo el muicipio: La Candelaria. 13 de junio, San Antonio: Feria de San Antonio. 19 de agosto, Tlalmanalco: Feria de San Luis Obispo. 24 de octubre, San Rafael: Feria de San Rafael Arcángel. 12 de diciembre, en todo el municipio: Día de la Virgen de Guadalupe. 21 de diciembre, en Santo Tomás: Feria Señor de Santo Tomás.
Cómo Llegar Automóvil:
* Desde el centro de la Ciudad de México por las autopistas a Puebla (150 D) y a Cuautla (federal 115) son cincuenta kilómetros.
* Desde Toluca a través del Distrito Federal y las mismas vías anteriores son en total ciento diez kilómetros.
* Desde Tenango del Aire, la siguiente parada de la ruta, son diez kilómetros al norte rumbo a Temamatla y Cocotitlán hasta entroncar con la autopista federal 115. Ahí se dobla al oriente (derecha) otros ocho kilómetros.
Autobús:
* Central de Autobuses de Oriente (TAPO): aborde uno de la línea Los Volcanes, que salen cada hora.