La Plaza de Armas en su centro ostenta la Fuente de los perros, dedicada al marqués de la Villa del Villar del Águila, patrocinador del acueducto en el siglo XVIII. Está rodeada esta placita por grandiosas casas virreinales como las de Ecala, la de los Cinco Patios y la de la Corregidora, que ahora es palacio de gobierno. Tres cuadras al sur de la plaza se sitúa el Templo de Teresitas.
En el extremo oriental del Centro Histórico se levanta el Convento de la Santa Cruz, de gran valor histórico y artístico. Fundado en 1683, este convento franciscano fue el primer colegio de Propaganda Fide en América, y como tal se dedicó a la formación de misioneros para las regiones más remotas de la Nueva España. en los últimos días del Segundo Imperio Mexicano en 1867 aquí estuvo la alcoba del emperador Maximiliano.
Atrás del convento se localiza el mirador desde el cual se puede apreciar la construcción clásica de Querétaro: el acueducto. Edificado entre 1726 y 1738 para traer agua potable a la ciudad tiene 74 arcos y 1,280 metros de longitud.
La ruinas de la pirámide de El Cerrito tienen 1,500 años de antigüedad. En ellas se han detectado influencias teotihuacana, tolteca, chichimeca, tarasca y otomí. Destaca por su pirámide asentada sobre una gran plataforma de 113 por 115 metros.