Esta apacible ciudad rodeada de cerros es hermosa por sus casonas, con balcones de herrería forjada y sus calles de irregular trazado. La armonía de color en su centro histórico es notable; teniendo al rojo sobre beige como tonos que predominan. Sus atractivos más notables se sitúan alrededor de la frondosa plaza. En primera instancia tenemos la parroquia que cuenta con su altar neoclásico estucado de oro, además de dos retablos, uno de madera y otro de oro de hoja. También encontramos la Casona Barragueña, del siglo XVIII; actualmente parte del predio se utiliza como cárcel municipal, que con permiso es un buen recorrido. La comunidad pame en esta ciudad habita en la Villa de San José, un barrio arriba del cerro.
El municipio de Ciudad del Maíz ofrece dos opciones al visitante: para quienes gustan de la arqueología, la Cueva Vetada de San Bartolo es un recorrido obligado. De ella provienen las pipas de piedra de origen arcaico que se exhiben en el Museo Regional en San Luis Potosí. También se han descubierto objetos de obsidiana, como cuchillas, raspadores y puntas de flecha, además de pinturas rupestres que no son huastecas. Para aquellos que prefieren las cascadas, el pueblo de El Naranjo tiene mucho que ofrecer.