A 40 kilómetros por la carretera a Río Verde, este por demás agradable paraje se torna muy concurrido en fines de semana.
Es frontera ecológica natural entre el Altiplano y la Zona Media. Su principal atractivo es el microclima, fresco y alpino, que impera a lo largo del año.
El contraste es muy marcado, pues mientras el aire es normalmente seco en la ciudad, en esta sierra es frío y húmedo. La vegetación, asimismo, contrasta por su verdor.
Los días de campo, las tardeadas, las caminatas por entre innumerables veredas, los paseos a caballo y las rutas de bicicleta de montaña son una invitación natural que hay que disfrutar al máximo. En temporada sobre la carretera, venden manzanas y otros frutos.
En la misma Sierra de Alvarez se encuentra un complejo de sótanos de gran interés para los espeleólogos. Entre ellos destaca el sótano del Puerto de los Lobos, al cual se llega sin dificultad desde el poblado de San Francisco. Dicho sótano cuenta con un tiro de 189 metros; su elíptico diámetro mide 5 metros de largo por 8 de ancho.