Un largo recorrido por la costa de Veracruz asegura al viajero el descubrimiento y disfrute de múltiples posibilidades, donde las sorpresas no tienen punto de reposo.
El norte está determinado por grandes explotaciones petroleras y campos de cítricos; el centro aloja entre el mar y las cumbres montañosas el poder de la nostalgia: café y danzón, sombreados portales y ríos anhelantes, caña y rostros sonrientes.
Y el sur feraz y mágico, estrecha en Coatzacoalcos la cintura de México.
De norte a sur, por la costa, encontrará cinco espacios distintos: la Huasteca, Totonacapan, Sotavento, los Tuxtlas y el Istmo: lagunas costeras, brazos de mar, playas de mar abierto, orillas rocosas y grandes esteros, podrían ser las formas básicas, que no exhaustivas, de cada porción y el signo es la abundancia, abundancia de formas culturales, la tradición histórica y de posibilidades de disfrute.