Este es uno de los sitios arqueológicos más interesantes de la región, por su disposición y elementos arquitectónicos.
Fué fundado entre los años 800 y 900 d.C., por grupos que trataban de protegerse de las invasiones de los bárbaros provenientes del norte, por lo que el lugar se ubicó en un sitio elevado y de difícil acceso llamado el Cerro de los Metates.
Destaca el Cementerio Central, donde se han localizado 34 tumbas que adoptan la forma de templos pequeños a escala.