La Ciudad de Durango fue fundada en 1621, y se estableció en unos llanos despoblados cuyos límites eran el Cerro del Mercado al norte, el Arroyo o Acequia Grande al sur, un pequeño lago al poniente y la prolongación del valle al oriente.
Su trazo fue “a cordel y escuadra” y llegaba a lo que en la actualidad se conoce como la calle de Negrete al norte, 5 de Febrero al sur, Francisco I. Madero al oriente y Constitución al poniente.
Durante los siglos XVIII y XIX la ciudad creció y en ella se edificaron hermosos monumentos, como la catedral, de estilo barroco muy severo y churrigueresco en las fachadas laterales, el santuario de Guadalupe, el de Nuestra Señora de los Ángeles, construido en piedra labrada, la iglesia de la Compañía, de 1757, y la Santa Ana, de moderado estilo barroco, entre otros.
La arquitectura civil de la ciudad de Durango se caracteriza por las residencias de un solo piso con cornisas y pretiles ornamentados con medallones.