Esta unidad habitacional está formada por tres espacios arquitectónicos. Una unidad principal con un patio rodeado por cuatro plataformas, así como pequeños cuartos en el costado norte de la unidad. Formada por cuartos de adobe y un pequeño patio central, se encuentra una pequeña casa que podría ser de servicio, conectada con la casa principal mediante un pasillo estucado. Por último está el Juego de Pelota III, al sur de la unidad principal, que tiene una fachada con escalinata que lleva a una plataforma para observar el interior del juego de pelota.
Estos tres espacios aledaños a la Casa de Oriente la convierten en un complejo arquitectónico sujeto a análisis más allá de Atzompa, pues se revela como un complejo de componentes que ya se vislumbran en Monte Albán. En el análisis de las unidades habitacionales de Atzompa se han tomado en cuenta las áreas que se definen al interior y exterior de las mismas.
La Casa de Oriente fue excavada originalmente por Jorge R. Acosta y Juan Valenzuela, quienes se concentraron en el patio central, calculando que se podían localizar tumbas de la elite en ese tipo de contextos. Esto se debió a que en Monte Albán se localizaron varias tumbas en contextos domésticos de variada jerarquía.
El elemento que distingue a este complejo es la fachada posterior de su plataforma, que presenta un talud escalonado, que forma parte del acceso principal al área monumental. Este sistema de lajas escalonadas fue utilizado para lograr planos inclinados cubiertos por gruesas capas de estuco. Este sistema constructivo apareció en Monte Albán al menos desde la fase Monte Albán II, y fue común en Atzompa. En la Casa de Oriente el talud tiene más de 15 metros de longitud y 2 metros de altura y yace sobre una cornisa que sobresale del muro de desplante del edificio. Esta ornamentación en la fachada posterior fue elaborada cuidadosamente, con la evidente intención de impresionar a quienes llegaban al sitio. El mismo propósito habría tenido la secuencia de almenas de barro colocadas como remate de ese muro posterior, de las que Acosta excavó dos piezas, mientras que en el proyecto vigente se exploraron otras cuatro.
La Casa de Oriente cuenta en su sección principal con cuatro plataformas, con accesos convergentes a un patio central, y sobre ellas se construyeron las habitaciones, fueron trabajadas mediante exquisitos aparejos de piedra y con taludes escalonados que muy probablemente se aplanaron con estuco.
Los claros de los accesos son amplios y es muy probable que su uso haya estado en función de lo que se realizara en el patio principal. Se accedía al patio central sin mayores restricciones desde las habitaciones y la circulación era abierta hacia la fachada principal. No ocurre lo mismo con el ingreso a la casa, para lo que se construyó una entrada “ciega” sobre un vestíbulo, en el que se colocó un muro “pantalla”, de tal manera que el visitante tendría que transitar por un pasillo lateral antes de ingresar al recinto. Este tratamiento hace pensar que el uso de la unidad habitacional habría sido no sólo doméstico sino que estaba preparada para la recepción selectiva de personas con carácter político.
En el interior de la casa se encontraron sistemas de drenaje con grandes tubos de barro cocido. Detalles como éste le dan un car´pacter diferente al de otras unidades habitacionales que se han encontrado en Atzompa.