Comalcalco es la ciudad más occidental del área maya. Se distingue, principalmente, por el uso de ladrillos en lugar de piedra, de la que no se dispone en el lugar, para la construcción de sus edificios, caso único en la arquitectura maya. Tuvo su apogeo al mismo tiempo que otras grandes ciudades del Clásico, como Palenque, con la cual tuvo fuertes nexos, el grado que se ha sugerido que fue un centro provincial dominado por ese asentamiento, o incluso poblado por emigrantes palencanos. Los conjuntos más importantes de Comalcalco son tres grandes complejos ceremoniales: la Gran Acrópolis, el Grupo Norte y la Acrópolis del Este, esta última aún no explorada. Entre otras estructuras, en la Gran Acrópolis se localizan el Palacio, el edificio de mayores proporciones del lugar, y los Templos VI y VII. En el Templo VI, se encuentra un gran mascarón de estuco que representa al Dios Sol como Kinich Ahau (Señor del Ojo Solar) o Kinich Kakmó (Guacamaya del Fuego Solar). El Templo VII, está decorado con diversas figuras en estuco que representan personajes sentados, así como una estilizada serpiente bicéfala enmarcada por signos celestes. Cerca del Palacio se encuentra la llamada Tumba de los Estucos, en tres de cuyas paredes están grupos de tres figuras de estuco en cada una. Es posible que esos personajes, en un estilo muy similar al de Palenque, representen a los nueve señores del Inframundo.
Pomoná es un sitio del Clásico Tardío, localizado en la cuenca del río Usumacinta. El lugar ha sido objeto de exploraciones arqueológicas recientes, en las que se han expuesto seis edificios. En uno de los asentamientos para los que se ha identificado un glifo emblema muestra de su papel como una de las principales unidades políticas de la región. De hecho, el sitio tuvo nexos con asentamientos como Yaxchilán, cuyo gobernante Pájaro-Jaguar aparece representado en una lápida del Edificio 4 de Pomoná. De acuerdo con la Estela 12 de Piedras Negras, fechada en 795 d.C., Pomoná fue sometida por ese sitio. El lugar es notable por sus bellos monumentos grabados, como el Tablero 1, ahora fragmentado, en el que se mostraban cuatro señores sentados sobre una hilera de jeroglíficos; por lo menos dos de ellos eran llamados Pauantún, título dada a los escribas.