Teúl fue fundado por los españoles cuando Fray Juan Pacheco celebró la primera misa en honor a San Juan Bautista. Sin embargo, en 1935 su nombre cambió al de Teúl de González Ortega debido a que el general Jesús González Ortega pasó gran parte de su vida aquí. En Teúl aún existen edificaciones de los siglos XVIII y XIX construidas sobre los vestigios de asentamientos indígenas.
Todas las calles de Teúl están impecables, sin anuncios de colores chillantes, pintas o ambulantaje; es tan pintoresco que más bien parece el escenario de alguna película.
La Plaza de Armas es una explanada grande de planta rectangular decorada con bellas palmeras y un elegante quiosco porfiriano en el centro. En uno de sus costados hay una típica cantina de pueblo. En este lugar el tiempo se detiene pues conserva intactas las características de las antiguas cantinas: su orinal, las escupideras, su caja registradora de manivela, etc.
Al sur de la plaza se encuentran los Portales Trinidad Cervantes. Ahí se pueden comprar desde frutas y verduras hasta juguetes, ropa y artesanías. Siguiendo el camino está la segunda plaza más importante, conocida como “La Plaza de Abajo“; ahí se celebran la mayor parte de las ceremonias cívicas del pueblo. La presidencia municipal se encuentra un par de cuadras más abajo, en donde ocupa una preciosa casa antigua con su típico patio andaluz.
Uno de los atractivos más conocidos de Teúl es el Templo de San Juan Bautista, edificado entre 1722 y 1824. Ahí se pueden admirar las tumbas de algunos de los personajes ilustres de la región. Justo enfrente de este templo se abre un callejón que conduce al hermoso Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, conocido simplemente como “el santuario”, un lugar que, a pesar de no ser muy grande, es verdaderamente encantador. Está espectacularmente bien conservado a pesar de que se estima, se construyó a mediados del siglo XVII, en donde antiguamente se encontraba un hospital de indios.
El lugar donde se come el mejor chamorro adobado de la región es en Los Jorges. El local no impresiona de inicio y se encuentra directamente sobre la carretera. El sabor del chamorro adobado es realmente exquisito, la carne se deshace entre el cuchillo y el tenedor.
Otras delicias típicas de Teúl son el “taninole”, una extraña revoltura hecha de calabaza, miel y leche que, a pesar de su particular consistencia, es riquísima. Las gorditas de horno hechas en hoja de roble y unas “tacazotas” (gorditas hechas con maíz tierno).
Una de las presas más impresionantes de Teúl es la Presa Manuel Caloca, aunque todo mundo la conoce simplemente como “La Tecuata”. Es un lugar ideal para los amantes de la naturaleza, ya que es una especie de lago rodeado por cerros boscosos y lomitas cubiertas de pardos; ahí cualquier pescador local estrá más que feliz de llevarte con él a pescar lobina.
Imperdible:
Pasar por el Callejón de las Trompadas, una estrecha calle a la vuelta de la plaza principal conocida por ser el lugar en donde los teulenses solían arreglar sus diferencias a golpes.
Bailar en la plaza al son de una de las bandas típicas.
Degustar los mezcales y las cremas de mezcal de don Aurelio.
Visitar la tienda de artesanías Diosa Caxcana, en donde encontrarás todo tipo de artesanías.
Cómo Llegar:
Desde Guadalajara tomar la carretera 23 que va a Tlaltenango hasta llegar a Teúl.
Festividades:
Fiestas del Hijo Ausente, en la que se festeja y recuerda a aquellos teulenses que viven en Estados Unidos.