La fina arena de la costa chiapaneca nos introduce a un mundo lleno de vida, en el que se suceden ciénegas, albuferas, lagunas costeras, bocanas y barras, formaciones geológicas que alojan una gran riqueza biológica. A lo largo de esta franja costera se encuentra La Encrucijada, Área Natural Protegida representativa de uno de los más valiosos ecosistemas creados por la naturaleza: los humedales.
Biodiversidad:
En las tierras de La Encrucijada viven y crecen alrededor de ochocientas especies de animales silvestres, algunas exclusivas de esta zona y otras amenazadas o en riesgo de desaparecer, como el jaguar, el mono araña, el cocodrilo, el caimán, la tortuga marina y el pejelagarto.
Además de ser una generosa fuente de vida animal, en sus espacios verdes viven más de trescientas especies de plantas, con reductos de selva mediana, la única comunidad de selva baja de zapotón en México y sus representativos manglares y tulares, que son los mayores de América del Norte, pues llegan a medir hasta 45 metros de altura. Esta vegetación es una fuente imprescindible para la recarga del manto freático, previene la erosión, protege a las costas del efecto devastador de los huracanes y controla las inundaciones durante las intensas temporadas de lluvia.
Ecoturismo:
Se puede llegar hasta La Encrucijada por la carretera federal 200, en su tramo Tapachula-Tonalá, desviándose rumbo al embarcadero Las Garzas en el poblado de Acapetahua, a 85 kilómetros de Tapachula. De allí hay que seguir el recorrido en lancha. Dentro de la reserva podrás admirar la habilidad de los pescadores que tejen sus redes y trasmallos, así como sus resistentes cayucos, que son el medio de transporte que utilizan para pescar.
Podrás visitar el mar de Barra Zacapulco y ver el campamento tortuguero, hacer caminatas por los senderos Koaquespala, Taití y Coyolar, y en la cuenca del río Coapa bañarte en sus aguas cristalinas, practicar el campismo y la pesca deportiva, y participar en emocionantes recorridos nocturnos para avistar cocodrilos de río.
Conservación:
La reserva ha tenido que controlar el crecimiento de las áreas de pastoreo y cultivo, transformar las arcaicas costumbres agrícolas que provocaban frecuentes incendios forestales e influir sobre las grandes plantaciones del Soconusco que vertían sus desechos en los ríos, esteros y lagunas costeras. Además se está logrando que las comunidades tengan una mejor convivencia con la naturaleza, lo que se refleja en las crecientes actividades de ecoturismo que ofrecen.
Decreto: 6 de junio de 1995.
Superficie: 144,868 hectáreas.
Estados: Chiapas.
Municipios: Mazatán, Huixtla, Villa Comaltitlán, Acapetahua, Mapastepec y Pijijiapan.
Clima: Cálido, húmedo.
Temperatura: 25°C en promedio al año.