Una actividad artesanal que se inició durante la Colonia es la elaboración de machetes y cuchillos. En nuestros días estos objetos se destinan a satisfacer necesidades que parten de las estrictamente decorativas a las muy limitadas de uso utilitario.
En la elaboración de machetes,la más cuantiosa producción se localiza en el estado de Oaxaca, tanto en la capital del estado, como en la cercana población de Ocotlán de Morelos.
Los machetes que se producen tienen una función más decorativa que práctica y están destinados como complemento de las sillas para montar, usadas en el deporte de la charrería. Las hojas de estos machetes se decoran grabándolas con ácido, de tal suerte que en la superficie de las mismas aparecen diversos dibujos que enmarcan leyendas alusivas al honor y valentía de quienes los portan. Ocasionalmente, la decoración de la hoja se efectúa con la técnica de burilado, ésto es excavándola con un instrumento hecho de acero.
La producción de cuchillos y de cubiertos, tanto de mesa como para servicio son trabajos artesanales que únicamente se elaboran en los lugares ya mencionados.
Los cuchillos se hacen en gran cantidad y muy diversas calidades; los hay de todos tamaños, desde miniaturas para adornar llaveros, hasta piezas aptas para el deporte del campismo. Prestigio muy particular les significa a los artesanos el producir dagas balanceadas, de tal manera que como quiera que sean arrojadas caerán siempre de punta; estas piezas sólo se logran usando en su elaboración materiales de primerísima calidad y dominando la técnica de dar el peso exacto a la hoja, la cruz y la empuñadura.
Los cubiertos para mesa y para servicio regularmente se hacen sobre pedido; las empuñaduras de éstos se logran empleando pequeños discos de cobre, hueso, cuerno y bronce que son ajustados por medio de un perno metálico; una vez que esas pequeñas piezas han sido ajustadas son pulidas para obtener su brillo natural.
Otro lugar importante en la elaboración de machetes es Amozoc, Puebla. Su producción, siempre de magnífica calidad, es muy limitada y se distingue por el acabado de sus empuñaduras hechas de plata y acero pavonado; estas piezas están destinadas a complementar los arreos de las sillas de montar empleadas en el deporte de la charrería en ocasiones especiales.